Robert Pattinson es un nombre que muchos asocian directamente con la saga Crepúsculo o con su más reciente transformación en The Batman. Sin embargo, el actor británico ha reconocido que el verdadero punto de inflexión en su carrera llegó en 2012, cuando protagonizó Cosmópolis, una película dirigida por uno de los grandes maestros del cine contemporáneo: David Cronenberg. Aunque el filme pasó desapercibido para el público y dividió a la crítica, Pattinson lo recuerda como una experiencia clave en su evolución artística.
En una entrevista reciente con la revista cultural francesa Technikart, el actor habló con entusiasmo sobre aquel proyecto. “Me encanta Cosmópolis. La escritura de Don DeLillo es sublime, tan poderosa como la letra de una canción. Cuando recibí el guion, lo único que quería era leerlo en voz alta porque el lenguaje era hermoso”, confesó. Basada en la novela homónima publicada en 2003, la cinta retrata un día en la vida de Eric Parker, un joven multimillonario que, dentro de su limusina, se ve arrastrado por un torbellino de encuentros, tensiones políticas y amenazas personales en una caótica Manhattan.
IMDb
La película, estrenada en competencia oficial en el Festival de Cannes, apenas recaudó 7,1 millones de dólares frente a un presupuesto de 20,5 millones. Para muchos quedó en el olvido dentro de la extensa y provocadora filmografía de Cronenberg, más conocido por títulos de culto como La mosca y Videodrome. Sin embargo, para Pattinson el rodaje significó mucho más que un fracaso en taquilla: fue la oportunidad de colaborar con “uno de sus héroes”.
El actor recordó con humor que, al principio, incluso le temía a la primera llamada con Cronenberg. “Me encantaba el libro y el guion, pero no sabía cómo explicarlo. Sentía que no era lo suficientemente inteligente para discutirlo con él. Un día lo llamé y le dije: ‘Quiero hacerlo, pero no estoy seguro de entenderlo todo’. Y él me respondió: ‘No pasa nada, lo importante es que es prometedor, jugoso’”, relató entre risas.
Google
Esa confianza del director canadiense terminó por transformar la manera en que Pattinson se veía a sí mismo. “Durante el rodaje entendí que sería una película que perduraría. Es de esas cintas que descubres a las tres de la mañana en la televisión y te hipnotizan. Cosmópolis fue crucial, fundacional, un gran paso adelante en mi carrera. Allí gané una nueva confianza y empecé a mirarme de otra forma”, aseguró.
Hoy, mientras recibe elogios por Mickey 17, dirigida por Bong Joon Ho, Pattinson sigue volviendo a aquel recuerdo de hace más de una década, convencido de que sin esa apuesta arriesgada con Cronenberg no sería el actor en que se ha convertido.