La actuación más intensa de Sylvester Stallone casi le costó su carrera hasta que una película lo rescató
Santiago Díaz Benavides
Desde 'Forrest Gump' hasta 'Interestelar', pasando por 'Guerra Mundial Z' y 'Naruto', puedo pasar horas hablando sobre mis producciones favoritas. Si me preguntas qué es lo que más me gusta del cine te diré que es mucho mejor que la vida.

Fue una de sus interpretaciones más aclamadas por la crítica, pero ni siquiera eso logró convencer a Hollywood de darle otra oportunidad. Por suerte, el campeón tenía una última pelea pendiente.

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Durante los años 80 y 90, Sylvester Stallone se convirtió en un ícono del cine de acción gracias a franquicias como Rocky y Rambo. Su imagen de héroe musculoso e invencible parecía inquebrantable, aunque en el fondo el actor anhelaba demostrar que podía ir mucho más allá de los disparos y las explosiones. Ese deseo lo llevó a aceptar un papel radicalmente diferente en Cop Land (1997), un thriller dramático dirigido por James Mangold, donde interpretó al sheriff Freddy Heflin, un hombre común, con sobrepeso y parcialmente sordo, atrapado entre su sentido de la justicia y una red de policías corruptos. Fue, sin duda, una de sus actuaciones más intensas y conmovedoras. Paradójicamente, esa decisión casi lo sepulta profesionalmente.

Stallone engordó más de 15 kilos para el papel y se entregó por completo a un personaje alejado de sus roles habituales. Cop Land fue bien recibida por la crítica y logró una taquilla decente, pero no cambió su destino. A pesar de compartir pantalla con pesos pesados como Robert De Niro y Harvey Keitel, el público no respondió como se esperaba. Muchos fans del actor rechazaron verlo en un rol vulnerable, mientras que otros simplemente pensaron que se trataba de otra cinta de acción más. El propio Stallone confesó años después: “La película fue buena, pero funcionó al revés. Reforzó la idea de que mi momento ya había pasado”.

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Lo que se suponía sería el inicio de una nueva etapa actoral, terminó aislándolo de los estudios. Después de Cop Land, su carrera cayó en picada con fracasos como Driven, Avenging Angelo o D-Tox, y por casi una década pareció estar fuera del radar. El mismo Stallone consideró retirarse, hasta que decidió intentarlo una última vez con Rocky Balboa (2006). Sin apoyo de los grandes estudios, escribió, dirigió y protagonizó una película que hablaba sobre la vejez, la pérdida y la redención. Contra todo pronóstico, fue un éxito de crítica y taquilla, y lo regresó al centro del ring de Hollywood.

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Desde entonces, ha alternado entre nuevas entregas de Rambo, la saga The Expendables y el renacimiento de Rocky con Creed. En 2015, su interpretación de un Rocky maduro y enfermo le valió una nominación al Oscar, redondeando un arco de redención personal y profesional que parecía imposible años atrás.

La historia de Cop Land demuestra que incluso cuando un actor da lo mejor de sí, el momento y el entorno pueden no estar preparados para recibirlo. Pero Stallone, como Rocky, siempre ha sido un peleador, y al final, supo esperar la campana correcta para levantarse una vez más.

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