Esta película animada de los 80 es la mejor historia sobre brujas que encontrarás en Netflix Colombia
Santiago Díaz Benavides
Si la vida hubiese querido otro destino para mí y me hubiese dado la opción de escoger, seguramente sería mangaka o futbolista, pero ni dibujo bien ni coordino tres pases, así que mejor me quedo escribiendo sobre libros y películas.

Un clásico japonés que sigue cautivando generaciones por su ternura, su música y un mensaje que va más allá de la magia.

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Entre grandes producciones recientes y títulos de culto, hay una joya animada en el catálogo de Netflix que deslumbra por su sensibilidad, belleza visual y una protagonista que redefine lo que significa ser bruja. Se trata de Kiki: Entregas a domicilio, la película de 1989 dirigida por Hayao Miyazaki y producida por el célebre Studio Ghibli, que hoy más que nunca merece ser descubierta (o redescubierta) por quienes buscan algo más que hechizos y sombreros puntiagudos.

Kiki: Entregas a domicilio no es la típica historia de brujas. No hay peleas de varitas ni oscuras profecías. En su lugar, nos presenta a una adolescente que debe abandonar su hogar durante un año —como parte del rito tradicional de toda bruja— para encontrar su lugar en el mundo. Con su inseparable gato negro, Jiji, y una escoba voladora, Kiki llega a una ciudad costera inspirada en urbes europeas como Estocolmo y Lisboa, con la esperanza de comenzar una nueva vida. Lo que sigue es un retrato delicado del paso a la madurez, cargado de emociones reales, crisis de identidad y momentos de profunda introspección.

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Esta cinta de animación japonesa, adaptada de la novela de Eiko Kadono, combina elementos de fantasía con situaciones cotidianas. Kiki inicia un negocio de entregas a domicilio, pero el mayor desafío no son los paquetes, sino la duda constante sobre su propio valor. La historia se aleja de los clichés del género y ofrece una mirada sensible sobre la independencia, la creatividad y la necesidad de caer para poder volar de nuevo.

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Visualmente, la película es una obra de arte. Cada escena está cuidadosamente animada, con paisajes que transmiten calidez y un ritmo narrativo que invita a la contemplación. A esto se suma una banda sonora encantadora compuesta por Joe Hisaishi, cuyas melodías elevan la historia sin robarle protagonismo.

Kiki: Entregas a domicilio es un recordatorio de que también hay magia en lo simple, en el trabajo duro y en los pequeños actos de bondad. Disponible en Netflix Colombia, esta película es más que un clásico: es una experiencia que toca el corazón. Y sí, probablemente sea la mejor historia sobre brujas que puedes ver hoy en la plataforma.

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