Volver al futuro 2 es, sin sombra de dudas, una de las películas de ciencia ficción más recordadas de todos los tiempos, así como su antecesora. En efecto, uno de los elementos que hizo que el proyecto brillara tanto fue su reparto en el que se encontraban los memorables protagonistas del resto de la saga: Michael J. Fox y Christopher Lloyd.
Sin embargo, en el largometraje también hay un extra que sorprendió al mundo entero porque, aunque supuestamente pasó desapercibido, el equipo de producción hizo una ardua labor logística para colocarlo ahí.
'Volver al futuro 2': Un pintor que no estaba allí por casualidad
Después de unos diez minutos de Volver al futuro 2, Marty descubre su ciudad, Hill Valley, en el 2015: la oportunidad para los escritores y creadores de utilería de mostrarnos su visión de este año, que entonces estaba ambientado en el futuro y que hoy hemos superado ampliamente.
Universal Pictures
Y si miras con atención el plano general de la plaza principal de la ciudad, podrás ver una pintura extra: un lienzo. Una escena sorprendente, teniendo en cuenta que estamos en 2015 y uno podría imaginar que el arte se ha modernizado, en consonancia con la llegada de los relojes inteligentes, los drones y las patinetas voladoras.
Si este extra está estampado en ese lugar es porque fue colocado allí por John Zemansky, supervisor de utilería de la película, según relata el sitio sciencefictionarchives.com. Antes de filmar, Zemansky mandó hacer este cuadro para dar una idea de cómo podría lucir Hill Valley en 2015.
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Los pintores de Alfred Hitchcock pintaron este lienzo de 60x90 cm que representa parte de la torre del reloj, así como el puente sobre el río, el pequeño parque y los edificios que hay detrás. Al añadir este papel extra de un artista en esta toma panorámica de Regreso al futuro parte 2, Zemansky explica cómo este cuadro (que encargó para la película) fue pintado en la ficción.
Una atención al detalle y una referencia que sólo él y algunos miembros del rodaje podían conocer en ese momento, pero que se reveló con el tiempo.
También debemos notar un microerror: el cuadro que el artista pinta está colocado verticalmente sobre el caballete, mientras que el cuadro cuya existencia Zemansky quería justificar estaba dibujado horizontalmente.