Antes de ser una de las actrices más reconocidas de Hollywood, Jennifer Lawrence fue la joven de 23 años que desafiaba su suerte en los distritos de Los Juegos del Hambre. Convertida en Katniss Everdeen, símbolo de la rebelión y del coraje en la saga basada en las novelas de Suzanne Collins, Lawrence enfrentó uno de los momentos más difíciles de su carrera: un accidente en pleno rodaje que casi la deja sorda.
Todo ocurrió hace una década, durante la filmación de Los Juegos del Hambre: En llamas (2013). En una entrevista recuperada por el canal de YouTube de Fotogramas, la actriz recordó que una escena con agua se tornó peligrosa cuando un chorro impactó directamente en su oído. La producción intentaba recrear una tormenta artificial sobre los personajes, pero una falla en la presión de los tubos provocó un golpe de agua tan fuerte que perforó su tímpano.
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“Me quedé sorda de un oído durante dos semanas y media. Mi tímpano se lesionó y luego tuve una infección”, relató. Los médicos del set actuaron de inmediato, aunque el dolor persistió durante días. Afortunadamente, la actriz se recuperó sin consecuencias permanentes y logró completar las escenas más exigentes junto a Josh Hutcherson, su compañero de reparto.
A pesar del susto, Lawrence recuerda con afecto los momentos bajo el agua. “Lo más divertido del rodaje fue poder estar en la playa, poder nadar en el mar entre tomas con Josh”, comentó. Esa dualidad entre peligro y camaradería definió gran parte de la experiencia del elenco, que también enfrentó otros incidentes. Liam Hemsworth, por ejemplo, sufrió un golpe en la pierna durante la primera entrega, aunque sin mayores complicaciones.
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El éxito de Los Juegos del Hambre marcó un antes y un después para todos. La saga, compuesta por cuatro películas y protagonizada por un elenco que incluía a Woody Harrelson, Donald Sutherland, Elizabeth Banks y Stanley Tucci, se convirtió en un fenómeno mundial. Sin embargo, la historia pudo haber sido distinta: Lawrence tuvo apenas tres días para decidir si aceptaba el papel que la lanzaría al estrellato. Entre la presión, el miedo y la intuición, terminó aceptando.
Una década más tarde, el legado de Katniss sigue vivo con la precuela Balada de pájaros cantores y serpientes, basada en la novela homónima de Collins. Esta vez, Rachel Zegler y Tom Blyth encarnan a una nueva generación de tributos y a un joven Coriolanus Snow. Pero detrás de cada victoria cinematográfica, la historia de Jennifer Lawrence recuerda que, incluso en la ficción, el precio del heroísmo puede ser dolorosamente real.