No lo has visto en Netflix, pero este actor colombiano la está pasando muy mal en Reino Unido por esta razón particular
Santiago Díaz Benavides
Desde 'Forrest Gump' hasta 'Interestelar', pasando por 'Guerra Mundial Z' y 'Naruto', puedo pasar horas hablando sobre mis producciones favoritas. Si me preguntas qué es lo que más me gusta del cine te diré que es mucho mejor que la vida.

Un juicio estremecedor en Londres ha sacado a la luz detalles impactantes sobre la vida de un colombiano que buscaba oportunidades, pero terminó en el centro de una investigación criminal que conmociona a dos continentes.

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Desde mediados de julio, el nombre de Yostin Andrés Mosquera ha acaparado titulares en la prensa británica. Colombiano, 35 años, actor de contenido para adultos bajo el seudónimo I Am Black Master, Mosquera se encuentra en el banquillo del Tribunal Penal Central de Londres, acusado del asesinato de dos hombres con los que mantenía una relación personal y profesional. Lo que comenzó como una promesa de estabilidad económica y un curso de inglés en Reino Unido, ha terminado como un oscuro thriller de la vida real, más perturbador que cualquier serie que pueda verse en Netflix.

El caso se remonta al 8 de julio de 2024, cuando las autoridades británicas encontraron los cuerpos descuartizados de Albert Alfonso (62) y Paul Longworth (71) en un apartamento en Shepherd’s Bush, Londres. Días después, partes de esos cuerpos fueron descubiertas en maletas arrojadas al río Avon, en Bristol. Un ciclista había alertado a la policía al ver a un hombre actuando de manera sospechosa sobre el puente colgante de Clifton. Horas más tarde, Yostin Mosquera fue capturado.

@TrueCrimeUpdat/X

Las audiencias han revelado una relación prolongada entre Mosquera y Alfonso, que comenzó en 2012 a través de plataformas de contenido sexual en línea. A lo largo de los años, la conexión evolucionó: de videos pagos en Colombia a encuentros presenciales, hasta que, en 2023, Mosquera se mudó a la casa de la pareja en Londres. Según el propio acusado, el acuerdo incluía apoyo financiero para estudiar inglés, algo que nunca ocurrió.

Durante el juicio, Mosquera ha alegado que fue víctima de abuso sexual, amenazas y chantaje por parte de Alfonso, afirmando que era obligado a grabar contenido extremo y que sufría humillaciones constantes. Incluso declaró que Alfonso lo violaba a diario y lo amenazaba con hacerle daño a su familia en Colombia si intentaba irse. Sin embargo, la Fiscalía ha puesto en duda la veracidad de estas afirmaciones, destacando que no se mencionaron inicialmente y señalando que podrían formar parte de una estrategia para justificar el crimen.

Elizabeth Cook/PA

La evidencia en su contra es contundente: registros de búsquedas en internet como “dónde en la cabeza es un golpe fatal” y “asesino del martillo”, videos del asesinato, imágenes manipulando los cuerpos, y movimientos bancarios tras el crimen. La Fiscalía sostiene que Mosquera actuó con premeditación y motivado por un interés económico, y que los asesinatos fueron planeados y ejecutados con frialdad.

Hoy, este colombiano que alguna vez soñó con nuevas oportunidades en Europa se enfrenta a un proceso judicial que ha revelado una vida paralela llena de abusos, poder, sumisión, y violencia. La historia de Mosquera no es parte de una serie de ficción, pero por la crudeza de sus detalles bien podría serlo. Mientras el juicio continúa en Londres, la justicia británica intenta desentrañar si fue víctima o verdugo, en uno de los casos más macabros del año.

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