
Una película intrigante y profundamente divisiva ha logrado posicionarse entre las más vistas de Netflix. Se trata de Llaman a la puerta (Knock at the Cabin), una obra dirigida por M. Night Shyamalan que combina suspenso, simbolismo religioso y dilemas existenciales, todo en apenas 100 minutos. La cinta, protagonizada por Dave Bautista, Rupert Grint y Jonathan Groff, no solo juega con el miedo, sino que obliga al espectador a enfrentarse a una pregunta imposible: ¿vale más una familia que toda la humanidad?
El punto de partida es simple, casi minimalista: una pareja y su hija pequeña se encuentran de vacaciones en una cabaña alejada del mundo, cuando son sorprendidos por cuatro desconocidos. Lo que al inicio parece una invasión más, pronto se transforma en una premisa tan inquietante como perturbadora: uno de ellos debe morir, voluntariamente, para evitar el fin del mundo.

Dave Bautista, en un registro muy diferente al de sus papeles más populares, interpreta a Leonard, un hombre imponente pero sereno, que afirma haber recibido visiones del apocalipsis. Su misión —y la de los otros tres intrusos— no es la violencia gratuita, sino hacer que la familia tome una decisión impensable en nombre del bien común. La tensión crece en un entorno claustrofóbico, donde la atmósfera importa tanto como los diálogos. Y allí es donde Shyamalan despliega su sello característico.
Basada en la novela The Cabin at the End of the World de Paul Tremblay, la película apuesta por un tono reflexivo antes que espectacular. A diferencia de los clásicos giros inesperados que hicieron célebre al director en títulos como El sexto sentido o Fragmentado, esta vez opta por una narrativa emocional, íntima y cargada de simbolismos. El apocalipsis, más que un evento externo, se convierte en una amenaza interna, ligada al amor, la fe y el sacrificio.

Aunque para algunos críticos la cinta carece del impacto de otras obras del director, para otros su valor radica justamente en esa contención. El filme no busca el sobresalto fácil ni el despliegue visual, sino una reflexión sobre lo que significa proteger a quienes amamos en tiempos de incertidumbre. Las referencias bíblicas, la construcción del misterio y la actuación sobria de Bautista refuerzan el carácter casi alegórico del relato.

Llaman a la puerta ha dividido opiniones desde su estreno en cines en 2023, pero su llegada a Netflix ha revitalizado el debate. Para algunos espectadores es una joya del cine psicológico con tintes filosóficos; para otros, una propuesta ambigua que no termina de despegar. Pero más allá del juicio final, la película se impone como una experiencia que deja huella: breve en duración, pero intensa en interrogantes.
Ideal para quienes disfrutan del terror con capas de profundidad, la cinta confirma que Shyamalan sigue siendo un narrador impredecible, capaz de incomodar y emocionar en igual medida. Ahora disponible en streaming, Llaman a la puerta demuestra que, a veces, las historias más pequeñas pueden contener los dilemas más grandes.