
En un movimiento inesperado para las tendencias globales de consumo audiovisual, el thriller Harta (Straw), dirigido por Tyler Perry y protagonizado por Taraji P. Henson, se ha convertido en la película más vista de Netflix a nivel mundial durante junio de 2025. Esta producción, alejada de las fórmulas tradicionales de blockbusters o franquicias, ha encontrado un eco profundo en el público gracias a su retrato descarnado de una mujer común enfrentada a las aristas más duras del sistema social.
Estrenada el pasado 6 de junio, Harta arrancó con buenos números —25,3 millones de visualizaciones en su primera semana—, pero fue su segunda semana la que marcó el verdadero fenómeno: un asombroso salto a 48,9 millones de reproducciones, convirtiéndola en la cinta más vista en una sola semana en lo que va del año. A día de hoy, ya supera los 74 millones de visionados, acercándose peligrosamente al exclusivo club de las películas más vistas de la historia de Netflix.

La historia gira en torno a Janiyah Wiltkinson, una madre soltera cuya rutina diaria se convierte en una pesadilla. Sin redes de apoyo, atrapada entre la indiferencia institucional y la precariedad económica, Janiyah llega a un punto de quiebre que la obliga a actuar de formas que jamás habría imaginado. El guion de Perry no solo se enfoca en los acontecimientos que empujan a su protagonista al borde, sino también en las sutilezas emocionales de una mujer que intenta mantenerse entera para su hijo en un entorno que no perdona.
El éxito de Harta no solo se debe a su historia, sino al trabajo interpretativo de Henson, cuya actuación ha sido aplaudida por la crítica y el público por igual. A su alrededor, un elenco sólido —con nombres como Sherri Shepherd, Teyana Taylor y el regreso de Sinbad— contribuye a construir un universo tan reconocible como inquietante.

A diferencia de otros éxitos recientes como De vuelta a la acción, que apostaban por la comedia y la nostalgia, Harta triunfa gracias a su intensidad emocional y su reflejo de una realidad incómoda: la de miles de mujeres que enfrentan, en silencio, el peso de la exclusión. Lejos de las persecuciones espectaculares o los efectos digitales, esta película logra lo que pocas: conmover, incomodar y dejar preguntas abiertas.
Netflix demuestra así que todavía hay espacio para historias pequeñas con un gran impacto. Harta no necesita explosiones ni superhéroes para ser un fenómeno. Solo le basta una verdad: que la desesperación también puede ser profundamente cinematográfica.