
Arnold Schwarzenegger no solo es una leyenda del cine de acción, sino también un padre orgulloso que no duda en defender con firmeza el trabajo y la ética de su hijo, Patrick Schwarzenegger, quien ha ganado notoriedad por sus recientes papeles en producciones como The White Lotus y The Staircase. En una conversación sincera entre padre e hijo, publicada por Variety, Arnold abordó directamente la polémica sobre el nepotismo en Hollywood, un debate que ha cobrado fuerza en los últimos años con el término "nepo babies", que alude a los hijos de celebridades que inician carreras en la industria del entretenimiento.
“Patrick nunca me pidió que llamara a los estudios. Nunca pidió favores. Él se ganó cada papel”, sentenció Schwarzenegger con el tono directo que lo caracteriza. Aunque reconoce que el apellido puede abrir puertas, también subraya que conlleva un peso y una serie de expectativas difíciles de manejar. “En Austria, una revista decía que era difícil tener el apellido Schwarzenegger. Me sorprendió. Para mí, siempre fue una ventaja. Pero para él, ha significado tener que demostrar aún más que está ahí por mérito propio”, explicó.

Patrick ha optado por construir una carrera desde los márgenes del estereotipo que impone su apellido. Mientras Arnold se convirtió en un ícono global a través de papeles de acción con grandes músculos y frases inolvidables como “I’ll be back”, su hijo ha preferido papeles más íntimos y complejos, como el de Saxon Ratliff en The White Lotus, un personaje que oscila entre la arrogancia superficial y una vulnerabilidad inesperada.

Esa elección, asegura Patrick, ha sido deliberada: “Durante años me pregunté si debía usar un alias para escapar de la sombra. Pero al final decidí que quería hacerlo a mi manera, con mi nombre y todo lo que eso implica”. Reconoce también que, en los inicios de su carrera, hubo quien asumió que sus oportunidades provenían únicamente de sus padres famosos, algo que, según cuenta, incluso preocupaba a Mike White, creador de The White Lotus.
Arnold, por su parte, celebra que su hijo haya mantenido el apellido y lo compara con figuras como Jamie Lee Curtis, quien también ha sabido demostrar su talento pese a provenir de una familia de actores. “Si tienes sustancia, puedes derribar la idea del nepotismo”, asegura el actor de True Lies.

Más allá del debate sobre privilegios, la conversación entre ambos deja entrever una conexión auténtica basada en el respeto mutuo y una pasión compartida por la actuación. “Siempre pensé que ibas a ser un genio de los negocios”, le confiesa Arnold a su hijo. “Y aún lo eres, pero me alegra ver que también encontraste una vocación en la actuación”.
En tiempos donde el debate sobre los "nepo babies" polariza a la opinión pública, el testimonio de Arnold y Patrick Schwarzenegger ofrece una visión más compleja: el talento, la perseverancia y el trabajo duro pueden coexistir con los privilegios heredados, pero el camino al reconocimiento auténtico no es menos arduo por llevar un apellido célebre.