
Puede parecer raro que una película de Hollywood esté circulando entre los pasillos del Vaticano en plena elección papal, pero eso es precisamente lo que está ocurriendo con Cónclave, el thriller protagonizado por Ralph Fiennes. A pocos días de que comience el cónclave tras la muerte del papa Francisco, algunos de los cardenales que participarán en el proceso han encontrado en esta cinta una inesperada fuente de orientación.
'Cónclave': Una guía para El Vaticano

La cinta, dirigida por Edward Berger (Sin novedad en el frente), fue estrenada hace apenas cuatro meses y, aunque se trata de una ficción, ha sido considerada por varios miembros del clero como una representación bastante cercana a la realidad del proceso papal. Según reporta POLITICO, algunos de los 133 cardenales que ingresarán a la Capilla Sixtina han visto la película para familiarizarse con los protocolos y dinámicas del cónclave. “Algunos la han visto en el cine”, confesó un clérigo involucrado directamente en la organización del evento.
La trama de la película sigue al cardenal Thomas Lawrence (interpretado por Fiennes), decano del Colegio Cardenalicio, mientras intenta mantener el orden entre colegas con intereses muy distintos. En la ficción, surgen filtraciones, aparecen expedientes comprometedores sobre candidatos favoritos y hasta se revela un nombre inesperado para el papado. Todo esto mientras se desarrollan las deliberaciones a puertas cerradas.
La realidad se acerca a la ficción

Aunque suene demasiado cinematográfico, la realidad no está tan lejos. Desde que comenzó el período de preparación para el cónclave, han surgido escándalos y tensiones dentro del Vaticano. Algunos medios italianos han publicado acusaciones anónimas y rumores, varios candidatos han enfrentado cuestionamientos por su pasado e incluso, un cardenal fue excluido de la votación luego de que saliera a la luz una carta póstuma firmada por el mismo papa Francisco.
Este ambiente ha generado incertidumbre entre muchos de los participantes, especialmente aquellos que fueron nombrados por el último pontífice y que no han vivido un cónclave antes. Como ocurre en la película, buena parte de los cardenales actuales provienen de diócesis pequeñas o alejadas de los centros de poder tradicionales del Vaticano.

La película ha funcionado, en parte, como una especie de guía no oficial para entender las dinámicas internas del proceso. No porque el Vaticano la haya recomendado, sino porque, según varios miembros del clero, refleja aspectos clave de la política eclesiástica de forma clara y accesible.
Mientras inicia oficialmente la elección del nuevo papa, Cónclave se ha convertido en una referencia inesperada tanto para los cardenales como para los fieles y curiosos que siguen de cerca este momento histórico. Porque, al final, parece que incluso en uno de los rituales más antiguos y reservados del mundo, el cine puede tener algo que decir.