
Pierce Brosnan, quien interpretó a James Bond en cuatro películas entre 1995 y 2002, ha dejado claro que su paso por la icónica franquicia no es algo que recuerde con cariño. A pesar de que GoldenEye sigue siendo considerada una de las mejores entregas de la saga, el actor irlandés ha confesado que no disfruta verse en pantalla en el papel del espía británico, al punto de calificar la experiencia como "horrible".
En una entrevista con The Telegraph, Brosnan expresó su desencanto con la caracterización de su Bond y el tono general de sus películas. "Sentí que estaba atrapado en un limbo entre Roger [Moore] y Sean [Connery]. Fue difícil para mí entender el significado de mi interpretación. La violencia nunca fue real, la fuerza bruta nunca se sintió palpable. Todo era bastante manso y la caracterización no era realista. Quizás eso también tenía que ver con mis propias inseguridades al interpretarlo", comentó el actor.

A pesar de haber sido un Bond carismático y elegante, Brosnan cree que su versión del personaje nunca estuvo a la altura de las expectativas. "No tengo ningún deseo de verme como James Bond. Porque, simplemente, nunca fue lo suficientemente bueno", admitió con contundencia.
Brosnan debutó como el famoso espía en GoldenEye (1995), película que revitalizó la franquicia y la adaptó a los nuevos tiempos. Sin embargo, sus siguientes películas, El mañana nunca muere (1997), El mundo no basta (1999) y Otro día para morir (2002), no lograron el mismo impacto. Especialmente la última, que fue duramente criticada por su exceso de efectos especiales y su falta de realismo, marcó el fin de su etapa como el Agente 007.

A pesar de sus duras palabras sobre su interpretación, Brosnan sigue vinculado al universo Bond de alguna manera. En varias entrevistas ha mencionado su apoyo a posibles candidatos para asumir el manto de 007 tras la salida de Daniel Craig, entre ellos, el británico Aaron Taylor-Johnson. La incertidumbre sobre el futuro de la saga sigue en el aire, pero lo que es seguro es que Brosnan ha dejado en claro que su paso por la franquicia no es algo que recuerde con orgullo.
Mientras el mundo sigue debatiendo quién será el próximo James Bond, Pierce Brosnan ya ha dado su veredicto sobre su legado en la saga: para él, nunca fue suficiente.