Dirigida por el cineasta francés Jacques Audiard y protagonizada por Selena Gómez, Karla Sofía Gascón y Zoe Saldaña, 'Emilia Pérez' ha generado una oleada de controversia en Latinoamérica. A pesar de su éxito en la reciente edición de los Globos de Oro, donde ganó el premio a Mejor Película de Habla No Inglesa y obtuvo otras tres estatuillas, la película no ha logrado convencer al público latinoamericano, especialmente en México.
La trama sigue a Juan “Manitas” Del Monte, un líder de cártel mexicano que decide someterse a una cirugía de reasignación de género para convertirse en Emilia Pérez. A lo largo de su transición, recibe la ayuda de una abogada, interpretada por Zoe Saldaña. Si bien el filme explora temas de género, identidad y redención, su enfoque ha sido cuestionado por perpetuar estereotipos sobre la cultura mexicana y la representación del narcotráfico en el cine.
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¿Apropiación cultural o diálogo necesario?
Uno de los puntos más polémicos ha sido la elección del elenco. Aunque Selena Gómez tiene ascendencia latina, muchos espectadores consideran que su actuación no logra capturar las complejidades del personaje. Su pronunciación del español y el ajuste del guion para justificar que su personaje tuviera raíces estadounidenses han sido duramente criticados. Figuras como Eugenio Derbez avivaron el debate al calificar su desempeño como “indefendible”.
Además, la producción fue realizada en su mayoría en Francia, con locaciones diseñadas para imitar a la Ciudad de México, algo que acentuó la percepción de desconexión cultural. Audiard, quien admitió no haber investigado profundamente la cultura mexicana, justificó esta decisión por “limitaciones logísticas”.
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Por otro lado, la interpretación de Karla Sofía Gascón como Emilia Pérez ha sido ampliamente elogiada. Como actriz trans, aporta autenticidad al personaje, aunque algunos críticos señalan que el guion no profundiza lo suficiente en las complejidades de su identidad.
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Más allá del cine
Mientras que 'Emilia Pérez' ha sido reconocida como un experimento cinematográfico audaz, también es un ejemplo del reto que enfrenta el cine internacional al abordar narrativas de culturas ajenas. Aunque ha abierto conversaciones necesarias sobre representación e identidad, muchos consideran que estas no pueden darse al margen de un entendimiento genuino de las realidades que se narran.
Con premios acumulados y opiniones divididas, la película refleja las tensiones entre el cine global y la representación justa de América Latina, dejando una pregunta abierta: ¿cómo se deben contar nuestras historias en la pantalla grande?