Nos tomó 25 años darnos cuenta que 'Volver al futuro 2' tiene la peor predicción posible
Santiago Díaz Benavides
Lector, melómano, miope curioso y cinéfilo. Me dicen El Profesor. Vivo en Bogotá con mi prometida y dos perros. También trabajo en una librería.

La icónica película de Robert Zemeckis nos prometió un futuro lleno de avances sorprendentes, pero una de sus predicciones se volvió tristemente incorrecta y reveladora de las limitaciones del cine para prever el curso de la historia.

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Cuando pensamos en 'Volver al futuro 2' (1989), es inevitable recordar las famosas patinetas voladoras que todos soñamos alguna vez con poseer. Este guiño futurista se convirtió en un símbolo de cómo imaginábamos el año 2015 desde los años 80. Incluso, años después, se intentó crear patinetas parecidas a las de la película mediante campañas de financiamiento colectivo, aunque la tecnología aún no está lo suficientemente avanzada para hacer realidad esa visión. A pesar de todo, las patinetas voladoras siguen siendo una meta en el horizonte de la ciencia ficción.

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El futuro que Zemeckis y su equipo de producción construyeron tenía algo de ingenuo, pero también de acertado. Entre sus predicciones, algunas lograron captar de forma sorprendente la realidad actual: las videollamadas, los pagos digitales, y hasta la nostalgia por décadas pasadas, como se muestra en el holograma ficticio de Tiburón 19. En cierta forma, la escena en la que un tiburón gigante se lanza sobre Marty McFly desde un holograma podría interpretarse como una precursora de los anuncios personalizados que hoy vemos en redes sociales, dirigidos específicamente a cada usuario. La película logró captar el fenómeno de la publicidad invasiva antes de que fuera una realidad.

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Sin embargo, no todo en el film fue un acierto. En una breve escena que pasa casi desapercibida, Marty sostiene un ejemplar del periódico USA Today, donde se anuncia un evento inverosímil hoy en día: “Washington se prepara para la visita de la Reina Diana”. En la línea temporal de 'Volver al futuro 2', la princesa Diana habría sobrevivido, llegando a convertirse en reina y visitando Estados Unidos como monarca. Pero en la vida real, Diana y el príncipe Carlos se divorciaron en 1996, y apenas un año después, en 1997, la princesa falleció trágicamente en un accidente automovilístico en París. Esta desafortunada predicción, que en su momento pudo parecer un detalle irrelevante, hoy resalta como una amarga ironía de los imprevistos de la vida real.

A pesar de las imprecisiones, 'Volver al futuro 2' sigue siendo una cápsula del tiempo que captura los sueños, miedos y esperanzas de una generación. La película, que fue concebida como un ejercicio creativo más que como una profecía, nos recuerda que la visión del futuro siempre será una mezcla de aciertos y errores. Aunque nos divierta descubrir estos detalles incorrectos, también es una oportunidad para reflexionar sobre cómo los medios de entretenimiento configuran nuestra expectativa del porvenir.

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