Netflix vuelve a ir a la fija con Secuestro del vuelo 601. Con esta producción, la plataforma de streaming demuestra una vez más que las historias de crímenes reales cometidos en Colombia se convierten rápidamente en la preferencia de los usuarios. En cuestión de días después de su estreno, se metió en el top 10 nacional.
El proyecto narra lo que fue el rapto aéreo más largo de todos los tiempos en América Latina. Por lo menos por 60 horas, los más de 80 pasajeros y tripulantes estuvieron a la merced de un grupo de secuestradores, entre los que se destacaban dos exfutbolistas paraguayos.
Sobre el final del programa de televisión dirigido por Camilo Prince y Pablo González, la aeronave hace una parada breve en Cuba para recargar. En ese momento, las azafatas Edilma y Bárbara se suben nuevamente.
Netflix
En paralelo, la junta directiva de la aerolínea (llamada Aerobolívar en la ficción) se reúne para saber cómo superar la crisis que tiene a varios de sus clientes en grave riesgo.
En ese sentido, Pirateque se encarga de negociar con los secuestradores, los cuales exigen una recompensa de 200.000 dólares en efectivo y que se libere a varios presos políticos en Colombia.
No obstante, las presiones se intensifican a bordo del avión, por lo que los criminales insisten al capitán Richard Wilches que aterrice en Aruba, donde quieren mantener a los rehenes en suelo hasta recibir lo solicitado.
Mientras Pirateque acelera el proceso con sus superiores, estos le dicen que no tienen el dinero pedido, así que llama al reportero Francisco Marulanda para que este haga un despliegue mediático en el lugar al que llegará el vuelo 601.
Netflix
¿Cómo terminó 'Secuestro del vuelo 601'?
Con todos los intentos de rescate fallidos, las víctimas se organizan para huir a las órdenes del piloto. Cuando todo parece perdido, Pirateque aparece con el dinero conseguido.
Wilches no se muestra conforme, así que vuelve a dar la señal para que se amotinen en contra de los secuestradores. Al hacerlo, todos escapan a salvo, pero los responsables también, teniendo un fin aparentemente feliz. Uno lleva dinero a su pueblo y otro se muda a Brasil.
En la realidad, los desenlaces para los captores no fueron positivos. Mientras El Toro fue detenido y llevado a prisión, a Borja se le perdió el rastro. Lo que sí es cierto es que los tripulantes y viajeros lograron volver a casa a salvo.