Ya pasaron 51 años desde que ocurrió el Secuestro del vuelo 601. El acontecimiento que actualmente es retratado como la trama de una serie de Netflix, fue en su momento el rapto aéreo más largo en la historia de América Latina, habiendo tenido una duración aproximada de 60 horas.
Las decenas de pasajeros que se encontraban a bordo, padecieron la angustia de no saber si sus vidas serían preservadas al aterrizar. De hecho, tenían dudas de si siquiera lograrían volver a tocar el suelo.
En ese sentido, Margarita Mendoza, una de las personas que estuvo ahí y que ahora vive para contarlo, dio detalles de los hechos al canal de televisión local Red+.
X
¿Cómo fue el 'Secuestro del vuelo 601' real?
"Salió un tipo con una bayetilla roja puesta en la cara y con una granada. Nos dijo: 'Quietos, esto es un secuestro'. Yo pensé que era un sueño. Era cierto. Yo me llené de pánico, me le subí a un viejito a las piernas y solo pensaba que nos íbamos a morir", narró la mujer que hoy por hoy tiene 79 años de edad.
Asimismo, la ex pasajera agregó que no eran solamente dos captores, como se muestra en la producción audiovisual, sino que "eran cinco. En la parte de atrás iba una secuestradora, estaba con un bebé. Además, iban dos en la cabina, a los cuales no vi porque estaba todo cerrado".
Por otro lado, la afectada siguió detallando cada uno de los momentos que la llenaron de traumas, varios de los cuales le acompañan hasta hoy. "Los secuestradores resolvieron que iban a liberar a 24, seguramente para que no hubiese tanta carga. Yo fui la primera que me paré y me levanté en la puerta, pero me dijeron que no, que necesitaban a las mujeres y que iban a soltar a 24 hombres. Ahí me asusté y pensé que nos iban a violar", confesó en el medio citado.
De la misma manera, tuvo laceraciones físicas, producto de la manera en que se dio la liberación de los rehenes.
"Yo no esperé que pusieran la escalerilla. Yo fui la primera que me paré y me tiré. Empecé a correr, me recibieron los periodistas y di mi declaración. No le reclamé nada a la aerolínea porque en ese momento no sentí nada", siguió diciendo, revelando que ahora le toca caminar con un bastón por la caída de ese entonces.