Conocido por su papel protagónico en la saga de ciencia ficción 'Maze Runner', Dylan O'Brien vivió un momento traumático durante el rodaje de la última entrega de la serie. Este evento, que estuvo a punto de costarle la vida, le dejó serias marcas, tanto físicas como psicológicas.
En el año 2016, mientras filmaba 'Maze Runner: La Cura Mortal' en Vancouver, O'Brien sufrió un grave accidente. Durante una escena de acción, un fallo en un arnés provocó que cayera de un camión en movimiento, siendo atropellado por un automóvil de acrobacias. El resultado fue impactante: múltiples huesos rotos, una conmoción cerebral y fracturas faciales, entre otras lesiones.
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Aunque el actor logró recuperarse físicamente después de un largo período de rehabilitación, las cicatrices emocionales persisten hasta el día de hoy. Dylan ha hablado abiertamente sobre su ansiedad, la cual se despierta especialmente en momentos de rodaje que involucran acción. Según sus propias palabras, este grado de ansiedad podría ser una compañía constante en su vida.
Sin embargo, el accidente no solo cambió la perspectiva profesional de O'Brien, sino también su enfoque en las relaciones personales. Antes del incidente, había descuidado algunas amistades importantes, pero la experiencia le enseñó el valor de mantener y nutrir esos lazos afectivos.
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A pesar de las dificultades, con el apoyo de sus seres queridos, Dylan encontró la fuerza para superar este episodio oscuro y continuar con su carrera actoral. Logró terminar la película que casi le cuesta la vida, demostrando una determinación y resiliencia admirables.