Cine, inteligencia artificial y música electrónica: Hablamos con Ursula Meier en su paso por Colombia durante el Biff 2023

La cineasta franco-suiza conversó con SensaCine Colombia sobre el presente de la industria cinematográfica y el recorrido de su carrera.

Si hablamos de cine contemporáneo, y del buen cine de autor, no podemos dejar de mencionar el excelso trabajo de Ursula Meier, una de las cineastas más destacadas de su generación. Nacida el 24 de junio de 1971 en Besanzón, Francia, Meier ha forjado una carrera cinematográfica digna del reconocimiento internacional, con un enfoque distintivo en cada uno de sus proyectos. A través de sus películas, ha explorado temas como la sencillez de la vida cotidiana, la desigualdad social, y las dinámicas de las relaciones familiares en contextos poco usuales, desafiando las expectativas tradicionales de la narración cinematográfica.

Habiendo estudiado cine en Bélgica, sus cintas encuentran inspiración en el surrealismo. Ver su trabajo es como estar ante un sueño, o el sueño de un sueño. Si, de repente, Meier no hubiese sido cineasta, sino escritora, la experiencia sería igual de intensa en las páginas como lo es en la pantalla. Su lenguaje, el de sus películas, y el ritmo con el que se narran dan cuenta de una mirada bastante original del cine. Sin embargo, cuando se le pregunta qué camino habría escogido si el cine no se hubiese aparecido, lejos de decir que habría sido artista o literata, Meier comenta que se habría dedicado a la música electrónica.

“Lo que me transmiten sus ritmos es algo que solo el cine ha logrado emular. No es la música en sí, sino eso, el ritmo, la manera en que llega”, dice.

A lo largo de su carrera, Ursula Meier ha demostrado una inclinación por la experimentación y la narración no convencional. Una de las características más destacadas de su filmografía tiene que ver con su enfoque en las dinámicas familiares. La directora ha expresado que la familia es donde se moldea la personalidad, y sus películas profundizan en esta premisa.

En conversación con SensaCine Colombia, en el marco del BIFF 2023, Meier menciona que su experiencia trabajando como asistente del director de cine suizo Alain Tanner influyó en su desarrollo como cineasta. Esta colaboración le brindó una valiosa perspectiva en el mundo del cine antes de embarcarse en su propia carrera como directora.

La película ‘Home’, de 2008, fue su debut en la silla de directora a nivel internacional, y marcó un hito en lo que fue el arranque de su carrera. Antes ya había dirigido un par de proyectos, el primero en el año 1999 y el otro en 2002, y previamente había experimentado con la dirección de cortometrajes, a mediados de la década de los 90. La cinta fue seleccionada para formar parte del Festival de Cine de Cannes de ese año y consiguió quedarse con varios premios, incluyendo un César a la Mejor Ópera Prima. Más tarde, sería reconocida en festivales de Latinoamérica, como el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en Argentina, que la premió en la categoría de Mejor Película.

La trama de esta cinta nos sitúa ante Marthe (Isabelle Huppert) y Michel (Olivier Gourmet), quienes viven con sus dos hijos en un lugar desierto cerca de una carretera abandonada. Aislados hasta donde pueden, de repente, deben enfrentarse a la reactivación de la carretera y con ello, a la vida de afuera que regresa, transformando sus rutinas.

Después de ‘Home’ vinieron otros proyectos, como el de 2012, ‘Sister’, película que fue seleccionada para aspirar al galardón de Mejor Película en Lengua Extranjera en los Premios de la Academia. La cinta se centra en la relación de un niño y su hermana mayor mientras luchan por sobrevivir.

La historia nos presenta a Simon, un niño de 12 años que roba a turistas en un centro de esquí suizo para mantener a su hermana mayor, Louise. La relación entre los dos personajes principales es el corazón de la película. En ella, Ursula Meier aborda temas como la supervivencia, la lealtad y la lucha por una vida mejor.

Para Meier, el cine es la vida misma. Eso es lo que responde cuando se le pregunta por la idea de un mundo en el que el cuarto oscuro ya no exista más. Entonces, habla acerca de las plataformas de streaming y de las salas de cine, de su coexistencia en tiempos en los que, pareciera, nos falta cada vez menos para el apocalipsis absoluto.

“La pandemia adelantó algo que ya venía ocurriendo. La asistencia a las salas de cine ya no es tan alta como antes, porque en casa tienes cuatro, cinco, hasta seis plataformas en las que puedes encontrar de todo. Eso sí, la experiencia es distinta, la interacción, la emoción. Yo espero que podamos recuperar algo de eso”, comenta.

Sobre la inteligencia artificial y los retos que supone para la industria cinematográfica, la cineasta comenta que la herramienta puede resultar bastante útil, pero nunca llegará a reemplazar lo que un actor, un guionista o un director consiguen imaginar en la pantalla.

“Con mi productora en Suiza implementamos la inteligencia artificial para el episodio final de una serie y lo cierto es que no estuvo mal, pero nosotros pudimos haber hecho algo mucho mejor. Creo que lo que no se puede reemplazar completamente es la profundidad, la complejidad de los personajes, y eso es algo que me interesa mucho en mis películas, que la gente sienta que está dentro de la mente de un personaje, que se sienta a su lado. La IA puede acercarse al concepto, pero no puede reproducirlo”.

Ursula Meier goza de ser una de las cineastas menos convencionales de la escena franco parlante contemporánea, y respecto a la evolución en los temas de las cintas francesas, de los años 60 para acá, ella cree que no ha habido un real cambio en cómo se conciben los tópicos, más allá de que la sociedad ha cambiado.

“Cuando veo una película comercial siento que estoy viendo una película vieja, en realidad”, señala, dando a entender que este tipo de cine, que no es el mismo de las películas de autor, nos sigue diciendo cosas muy parecidas a las que se decían hace 60 años, porque las fórmulas no paran de funcionar y si funcionan, venden, y eso es lo que importa.

En lo que sí ha habido un cambio es en la forma en que la directora concibe su propia cinematografía. Si bien se ha dado cuenta de que cada proyecto suyo está ligado al anterior, de manera inconsciente, sus inquietudes son distintas, sus búsquedas, pero a la larga, cada película suya, cada cortometraje y documental intentan dar cuenta de una forma muy suya de ver el mundo. Al final, el cine se trata de encapsular toda la vida en apenas unas horas y decir algo con ello.

Actualmente, Ursula Meier se encuentra trabajando en una nueva película. Seguramente, como con sus otros proyectos, no habrá nada seguro hasta que lo veamos. Lo cierto es que habrá de sorprendernos, de dar una vez más en el clavo, pues cada una de sus películas parece querer sugerirnos algo, como en un tiempo lo intentara el escritor estadounidense David Foster Wallace, que lo más importante de la vida no está en lo que es más visible, sino en los pequeños detalles, en los silencios, los resquicios, los gestos, en el acto mismo de sabernos narrados.