Esta película es una de las inspiraciones de los creadores de 'Stranger Things' y solo necesitó una escena para hacer historia: “La gente salía corriendo del cine”
Santiago Díaz Benavides
Casi nadie conoce mi primer nombre, pero todos saben que tengo un homónimo español que escribe thriller. Me obsesionan las películas sobre el fin del mundo y tengo una particular debilidad por el cine de M. Night Shyamalan.

Ridley Scott redefinió el terror espacial con una secuencia que traumatizó al público y dejó su marca en la cultura pop… hasta llegar al Upside Down.

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En 1979, Ridley Scott estrenó una película que cambió para siempre la manera en que el cine imaginaba el miedo: Alien, el octavo pasajero. Lo que parecía ser una aventura espacial terminó convirtiéndose en una pesadilla biomecánica que mezclaba ciencia ficción, horror y una estética que rozaba lo enfermizo. La historia del xenomorfo que nace dentro de un cuerpo humano fue tan impactante que, durante sus primeros preestrenos, hubo espectadores que literalmente salieron huyendo del cine.

La anécdota la cuenta Terry Rawlings, uno de los montadores del film: “La gente gritaba, vomitaba, se quedaba en trance. Nosotros pensamos: ‘Esto es genial’”. Y tenía razón. Esa reacción de repulsión y fascinación definió el alcance de Alien. No solo fue un éxito comercial inmediato, sino también el surgimiento de una de las franquicias más influyentes del cine contemporáneo. La escena del “nacimiento” del alienígena —el momento en que la criatura revienta el pecho de Kane (John Hurt)— fue más que un truco de efectos especiales: fue un manifiesto. Scott convirtió el cuerpo humano en un territorio de horror y belleza, algo que el cine de ciencia ficción no había hecho con tanta crudeza hasta entonces.

Captura de pantalla

El impacto de Alien fue tan profundo que incluso décadas después sigue dejando huellas. Uno de sus herederos más evidentes es Stranger Things. Los hermanos Duffer, creadores de la serie de Netflix, han reconocido que Aliens (1986), la secuela dirigida por James Cameron, fue una influencia directa para la segunda temporada de la serie. En entrevistas con The Hollywood Reporter, Matt Duffer contó que estudiaron cómo Cameron expandió el universo creado por Scott: “Tomó lo que funcionaba en Alien y lo transformó en otro género. Eso nos enseñó cómo evolucionar sin perder la esencia”.

Netflix

Las referencias son evidentes: los túneles del Upside Down que recuerdan las entrañas de la nave Nostromo; los soldados atrapados entre criaturas invisibles; incluso los flamethrowers que usan los científicos del Laboratorio de Hawkins. Todo está ahí, como una carta de amor y homenaje. Paul Reiser, quien interpretó al inescrupuloso Burke en Aliens, reaparece en Stranger Things 2 como el doctor Owens, un guiño tan evidente como inteligente.

Alien demostró que el terror podía ser elegante, que el silencio podía ser más inquietante que los gritos, y que una escena podía bastar para pasar a la historia. Cuarenta años después, su sombra sigue extendiéndose: cada vez que una criatura emerge del oscuro vientre de la ficción, en algún rincón del universo cinematográfico, el eco de aquella escena sigue resonando.

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