Graham Greene, uno de los actores más respetados y versátiles de la industria cinematográfica, falleció en un hospital de Toronto a los 73 años, acompañado de su esposa, Hilary Blackmore. La noticia fue confirmada por su representante, Michael Greene, quien lo recordó como “un hombre de gran carácter moral” y lo despidió con un emotivo mensaje: “Finalmente eres libre”. Hasta el momento, no se han revelado las causas de su muerte.
Greene, miembro de la nación oneida, inició su carrera en la década de 1980 y rápidamente destacó en Hollywood por su autenticidad y compromiso con cada papel. Su consagración llegó con Danza con Lobos (1990), donde interpretó a Kicking Bird, un chamán sioux que entabla una relación de respeto y amistad con el personaje de Kevin Costner. Su actuación le valió una nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto, convirtiéndose en uno de los pocos artistas nativoamericanos en recibir tal reconocimiento.
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Sin embargo, su legado no se limitó al cine de época o a los wésterns. Greene demostró una capacidad camaleónica para adaptarse a géneros tan diversos como el thriller (La Milla Verde, Jungla de Cristal: La venganza), el drama contemporáneo (Molly’s Game, Wind River) y el cine familiar (Snow Dogs). También participó en la saga Crepúsculo, donde interpretó a Harry Clearwater, un líder tribal y figura respetada dentro del universo de los cambiaformas. Este papel lo acercó a una generación más joven que lo conoció en la exitosa franquicia de fantasía juvenil.
El actor no solo brilló en la pantalla grande. Su voz y su presencia física quedaron inmortalizadas en el aclamado videojuego Red Dead Redemption 2 (2018), donde encarnó al personaje de Rains Fall, un jefe indígena pacífico que guía al protagonista Arthur Morgan. Dan Houser, productor del título, lo elogió al afirmar que Greene había hecho “un trabajo brillante” al aportar profundidad y humanidad a un mundo virtual marcado por la violencia.
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Con más de 180 producciones en cine y televisión, Greene abrió puertas para otros artistas nativoamericanos y se consolidó como un referente en Hollywood. Su última etapa profesional lo mantuvo activo en proyectos aún inéditos, como Ice Fall, donde compartió reparto con Joel Kinnaman y Danny Huston.
El intérprete deja un vacío enorme en la industria y en la memoria de quienes lo vieron encarnar personajes complejos y entrañables. Desde el chamán sioux que lo catapultó al estrellato hasta el sabio Clearwater de Crepúsculo, Graham Greene será recordado como un actor que, con sensibilidad y fuerza, supo contar historias esenciales del cine contemporáneo.