En Hollywood, pocas estrellas pueden darse el lujo de escoger con pinzas los proyectos en los que participan. Leonardo DiCaprio es una de ellas. Su trayectoria lo demuestra: de Titanic con James Cameron a El origen con Christopher Nolan, pasando por sus múltiples colaboraciones con Martin Scorsese, el actor ha construido una filmografía impecable. Sin embargo, incluso con esa lista de títulos envidiables, hay un filme de culto de finales de los noventa que DiCaprio reconoce como la gran oportunidad perdida de su carrera.
El actor confesó frente a Paul Thomas Anderson —su próximo director en la película One Battle After Another— en una entrevista publicada por Esquire en 2025, que aún se arrepiente de no haber aceptado el papel protagónico de Boogie Nights (1997). “Fue una película fundamental de mi generación. Cuando la vi, pensé que era una obra maestra. No me imagino a nadie más que a Mark Wahlberg en ese papel, pero me dolió haberla dejado pasar”, admitió DiCaprio.
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La confesión sorprendió al propio Anderson, quien relató en su momento que la elección del actor para interpretar a Dirk Diggler, el joven estrella del cine para adultos, estuvo entre dos nombres: Mark Wahlberg y Leonardo DiCaprio. Tras ver el desempeño de ambos en The Basketball Diaries (1995), el director no dudaba de que cualquiera de los dos podía dar la talla. Finalmente, Wahlberg fue elegido y terminó entregando una de las interpretaciones más recordadas de su carrera, acompañado por figuras como Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman y Alfred Molina.
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El destino, no obstante, llevó a DiCaprio por un camino distinto pero igualmente decisivo. En lugar de Boogie Nights, aceptó ser Jack Dawson en Titanic, la superproducción que no solo lo convirtió en ídolo mundial, sino que redefinió su carrera para siempre. La ironía es que, casi tres décadas después, el propio actor reconoce que hubiera querido explorar el personaje que consolidó a Wahlberg.
Hoy, la historia se escribe de otra manera: DiCaprio y Anderson finalmente trabajarán juntos en One Battle After Another, un thriller en el que el actor interpretará a un revolucionario en decadencia que intenta rescatar a su hija. Una colaboración que llega tarde, pero que demuestra que, en el cine, las deudas creativas pueden saldarse incluso después de 30 años.