Donald Trump llamó a esta actriz británica de los 90 una vez: "Buscaba una buena divorciada"
Santiago Díaz Benavides
Desde 'Forrest Gump' hasta 'Interestelar', pasando por 'Guerra Mundial Z' y 'Naruto', puedo pasar horas hablando sobre mis producciones favoritas. Si me preguntas qué es lo que más me gusta del cine te diré que es mucho mejor que la vida.

Durante un festival de cine en Suiza, se recordó un episodio tan curioso como inesperado que vivió esta actriz en pleno rodaje de una cinta política.

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En el Locarno Film Festival, Emma Thompson, la actriz, doble ganadora del Óscar, relató cómo, a finales de los años 90, recibió una llamada telefónica en el set de Primary Colors, película inspirada en la campaña presidencial de Bill Clinton. La voz al otro lado de la línea no pertenecía a un asistente de producción ni a un periodista, sino al entonces magnate inmobiliario Donald Trump.

Thompson recordó que la llamada llegó a la línea interna de su tráiler, un teléfono que prácticamente nunca sonaba. “Contesté y escuché: ‘Hola, habla Donald Trump’. Pensé que era una broma”, dijo entre risas. La actriz incluso llegó a preguntarle si necesitaba ayuda para llegar a algún sitio, pero la respuesta fue de lo más directa: una invitación a quedarse en “uno de sus hermosos lugares” y, tal vez, salir a cenar.

Forbes

Lo que en ese momento le pareció un gesto sorpresivo cobró otro sentido cuando cayó en cuenta de la fecha: ese mismo día había salido el decreto oficial de su divorcio con el actor y director Kenneth Branagh, con quien se había casado en 1989. “Apuesto a que tiene gente buscando personas adecuadas para salir. Una buena divorciada, eso era lo que buscaba”, reflexionó la intérprete.

En ese entonces, Trump aún estaba casado con Marla Maples, aunque ya separados desde 1997; su divorcio no se concretaría hasta 1999. Thompson, por su parte, mantenía una relación estable con el actor Greg Wise, a quien había conocido en el rodaje de Sense and Sensibility en 1995 y con quien se casaría años después.

Vanidades

La actriz nunca aceptó la invitación ni volvió a tener contacto con Trump. De hecho, calificó la obtención de su número privado como un acto de “acoso” y lo tomó como un episodio extraño que, con el tiempo, se convirtió en un recurso humorístico. “Podría haber cambiado el curso de la historia estadounidense”, bromeó, imaginando lo que habría ocurrido si hubiese dicho que sí.

La historia, que ya había contado en 2017 en The Graham Norton Show, volvió a despertar la curiosidad del público. En Locarno, Thompson la narró con la misma ironía que la ha caracterizado, dejando claro que, aunque Hollywood y la política pueden cruzarse en caminos insospechados, algunas llamadas simplemente quedan para el archivo de las anécdotas más inverosímiles.

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