A casi dos décadas del estreno de Un viernes de locos, Lindsay Lohan vuelve a encarnar el icónico papel de Anna Coleman en la esperada secuela de la comedia familiar. Pero mientras Hollywood celebra su regreso a la pantalla, la actriz lleva más de diez años construyendo una vida radicalmente distinta a la que muchos imaginarían: una rutina apacible y familiar en Dubái.
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Desde 2014, Lohan eligió los Emiratos Árabes Unidos como su hogar permanente. Lejos de los escándalos, las cámaras y el ritmo vertiginoso de Los Ángeles, la actriz encontró en Dubái la privacidad que necesitaba para sanar y reinventarse. “Algunas cosas de mi trabajo quedaron opacadas por los paparazzi”, confesó en una entrevista reciente. “Quería desaparecer. Pensé: ‘Si no hay historia aquí, no van a centrarse solo en mi trabajo’”.
En la ciudad de los rascacielos y el lujo, Lindsay ha logrado lo que parecía imposible en su país natal: pasar desapercibida. “En Dubái tengo privacidad, paz y espacio. No tengo que preocuparme por nada, me siento segura”, explicó a Elle. Esta nueva etapa no solo está marcada por el equilibrio profesional, sino también por su vida personal: en 2022 se casó con el financiero Bader Shammas y un año después se convirtió en madre de Luai.
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La decisión de vivir en Dubái no responde solo a un capricho de celebridad. Para Lohan, es una estrategia de bienestar mental y emocional. “Mi vida, cada día, es un nuevo día. Vivo mirando hacia el futuro. No tengo arrepentimientos”, dijo a Flaunt, asegurando que todas sus experiencias pasadas —incluso las más difíciles— la han hecho más fuerte y consciente de sí misma.
En su día a día, Lindsay lleva una rutina que podría parecer común: despierta con su hijo, desayunan juntos y luego salen al parque o a una clase de pilates. “Es lo mismo que haría cualquier mamá”, dice. Pero a diferencia de otras madres famosas en Hollywood, ella no está rodeada de fotógrafos ni perseguida por rumores.
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Mientras tanto, la actriz planea sus próximos pasos con cautela. Aunque ha tenido un exitoso regreso con producciones de Netflix como Nuestro secretito, ha dejado claro que no planea publicar un libro o documental sobre su vida hasta haber cumplido todos sus objetivos. “Mi historia aún no está terminada”, aseguró.
Para Lindsay Lohan, Dubái no es solo un escape: es el escenario de su transformación. Y con Un viernes de locos 2 en el horizonte, el mundo vuelve a poner los ojos sobre ella… pero esta vez, bajo sus propios términos.