Cuando Pretty Woman se estrenó en 1990, pocos anticipaban el fenómeno cultural en el que se convertiría. A 35 años de su lanzamiento, esta comedia romántica dirigida por Garry Marshall no solo sigue conquistando a nuevas generaciones, sino que está disponible hoy mismo en Disney+ para los suscriptores en Colombia. Con una historia que mezcla romance, transformación personal y crítica social liviana, la película se ha ganado con creces el título de clásico del cine contemporáneo.
La trama gira en torno a Vivian Ward (Julia Roberts), una trabajadora sexual en Hollywood Boulevard, y Edward Lewis (Richard Gere), un empresario frío y millonario. Lo que comienza como un acuerdo de conveniencia —él la contrata por una semana como acompañante durante sus compromisos sociales— termina convirtiéndose en una historia de amor inesperada. Bajo esta premisa, Pretty Woman rehízo el arquetipo del cuento de hadas, lo trasladó a un contexto urbano y contemporáneo, y lo llenó de encanto, humor y glamour.
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Más allá del romance, la película fue una declaración sobre cómo el amor puede surgir entre mundos completamente opuestos, sin perder la humanidad de los personajes. A diferencia de otros filmes del género, Vivian no es solo una figura pasiva o una mujer que necesita ser “rescatada”. Al contrario, su carácter, sentido del humor y dignidad redefinieron a la heroína romántica en el cine de los 90. Julia Roberts, con su sonrisa deslumbrante y su interpretación carismática, se convirtió en un fenómeno global y ganó su lugar como “la novia de América”.
Desde el punto de vista cinematográfico, Pretty Woman marcó un antes y un después en el género. Revitalizó la comedia romántica, abriendo paso a títulos que seguirían su fórmula de encanto y sencillez emocional: Notting Hill, Mientras dormías, Tienes un e-mail, entre muchas otras. Su éxito fue rotundo, con una recaudación de más de 460 millones de dólares en taquilla mundial, y una permanencia duradera en la cultura pop, gracias a escenas icónicas como la del vestido rojo o la famosa línea “Big mistake. Big. Huge”.
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En la actualidad, verla tiene una capa extra de nostalgia. La película captura el espíritu de finales de los 80 y principios de los 90: desde la moda y la música hasta la visión romántica de una ciudad como Los Ángeles. Su banda sonora, en particular, dejó una huella imborrable con temas como “Oh, Pretty Woman” de Roy Orbison y “It Must Have Been Love” de Roxette, que complementan a la perfección la historia.
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Que esté disponible en Disney+ representa una oportunidad ideal para revisitar este clásico o descubrirlo por primera vez. En un panorama de plataformas cada vez más amplio, encontrar joyas como esta ayuda a mantener viva la historia del cine romántico. Pretty Woman no solo es un producto de su tiempo; también es una película que, con sus luces y sombras, continúa conectando con el anhelo de amor, redención y segundas oportunidades.
A 35 años de su estreno, sigue siendo una cita imperdible para quienes creen que, incluso en las circunstancias más inesperadas, el amor puede florecer.