Con apenas una imagen, HBO Max logró reavivar la expectativa por el regreso de Harry Potter. Esta vez no en formato de película, sino como serie de televisión y con una promesa clara: apegarse lo máximo posible a los libros originales. El primer vistazo al actor Dominic McLaughlin como el nuevo Harry dejó a los fans analizando cada detalle, y muchos coinciden en algo: su aspecto recuerda más al Harry de las páginas que al del cine.
McLaughlin, de apenas 11 años, aparece luciendo la túnica de Hogwarts, con la cicatriz en el centro de la frente, el pelo desordenado, los ojos verdes y los tradicionales anteojos redondos. Su apariencia tiene un aire más cercano a James Potter, el padre del protagonista, aunque es solo una primera impresión.
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El nuevo proyecto, que se está filmando en los históricos estudios Leavesden en el Reino Unido, busca contar la historia con mayor fidelidad, dedicando una temporada a cada libro. Así, muchas de las tramas que fueron omitidas o reducidas en la adaptación cinematográfica —como el trasfondo de los elfos domésticos o el desarrollo de personajes secundarios— podrán tener el protagonismo que merecen.
La producción de la serie está encabezada por Francesca Gardiner (His Dark Materials, Killing Eve) como showrunner, y Mark Mylod (Succession) como director principal. J.K. Rowling participa como productora ejecutiva y ya habría leído los primeros guiones con entusiasmo. El estreno está previsto para 2027, y se espera que llegue a HBO y HBO Max a nivel global.
HBO Max
Junto a McLaughlin, Arabella Stanton interpretará a Hermione Granger y Alastair Stout será Ron Weasley. También se confirmaron nombres de peso para los adultos del universo mágico: John Lithgow como Dumbledore y Nick Frost como Hagrid, entre otros.
Aunque no faltan las voces que cuestionan la necesidad de una nueva versión tan pronto, lo cierto es que la serie busca reivindicar el texto original. Si el resto del elenco y la narrativa mantienen el nivel de fidelidad que mostró esta primera imagen, los fans podrían estar frente a la adaptación más cercana —y mágica— a los libros de Harry Potter que jamás hayan visto.