Los romances de Tom Cruise suelen estar dominados por dos nombres: Nicole Kidman y Katie Holmes. Sin embargo, entre esos dos capítulos mediáticos de su vida, el actor vivió una historia de amor tan intensa como discreta con una actriz hispana que se convirtió en una de las más aclamadas del cine mundial: Penélope Cruz.
La chispa surgió en el año 2000, cuando ambos coincidieron en el rodaje de Vanilla Sky, el remake hollywoodense de la película española Abre los ojos. Aunque la química entre ellos era evidente, ninguno inició una relación sentimental hasta que terminó la filmación. En ese entonces, Cruise atravesaba el proceso de divorcio de Nicole Kidman, mientras que Cruz comenzaba a consolidar su carrera internacional. Fue durante el cumpleaños número 39 del actor, en julio de 2001, cuando comenzaron a salir oficialmente. Desde entonces, compartieron momentos románticos que incluyeron una escapada a un resort en Fiji y numerosas apariciones públicas que los convirtieron en una de las parejas más fotografiadas de la época.
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La relación duró casi tres años, entre 2001 y 2004. En ese periodo, ambos se encontraban en el auge de sus respectivas carreras. Mientras Cruise rodaba grandes producciones como Minority Report, El último samurái o Collateral, Penélope participaba en películas como Blow, La mandolina del capitán Corelli y Head in the Clouds. Las apretadas agendas no facilitaron el romance, pero lo que más llamó la atención fue la manera cordial en la que terminaron: sin escándalos ni terceros en discordia. Según sus publicistas, la ruptura fue amistosa y ambos conservaron una buena relación.
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Con el paso de los años, tanto Cruise como Cruz han recordado esa etapa con afecto. Él la describió como una mujer “romántica, real y con la elegancia de Audrey Hepburn”, mientras que ella ha afirmado seguir siendo amiga cercana del actor y de su familia. Incluso en 2015 fueron vistos cenando juntos en Londres junto a su amiga en común Salma Hayek, dejando claro que la complicidad sigue presente.
Hoy, Penélope está casada con Javier Bardem y es madre de dos hijos. Tom, por su parte, se mantiene como una de las grandes figuras del cine de acción. Y aunque su historia de amor fue breve, queda como un recuerdo dorado de dos estrellas que, por un instante, compartieron más que la pantalla grande.