Apenas faltan días para que Superman (2025) llegue a las salas de cine en Colombia y, con su estreno, se ponga a prueba uno de los proyectos más ambiciosos del cine de superhéroes moderno. Dirigida por James Gunn —el mismo que revitalizó Guardianes de la Galaxia— y protagonizada por David Corenswet, Rachel Brosnahan y Nicholas Hoult, la película no solo marca el regreso del Hombre de Acero a la gran pantalla, sino que inaugura oficialmente el nuevo universo cinematográfico de DC, conocido como el Capítulo 1: “Dioses y Monstruos”.
Este lanzamiento no es una apuesta más: es la piedra angular de un proyecto a largo plazo que busca devolverle relevancia y coherencia a una franquicia golpeada por años de decisiones erráticas. Para Warner Bros. y DC Studios, Superman representa una segunda oportunidad, tras un intento anterior —liderado por Zack Snyder— que no logró consolidar una narrativa sostenida ni convencer al gran público.
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Sin embargo, el camino no ha estado exento de turbulencias. Aunque los avances y la campaña de promoción han generado entusiasmo, una filtración reciente ha puesto en duda la solidez del proyecto. Una crítica publicada por error y luego eliminada por The Daily Beast —escrita por un periodista con credenciales en medios como Variety y Esquire— tildó a la película de ser “una montaña rusa sin alma” y comparó su tono con el de “una serie de dibujos animados de sábado por la mañana”.
Entre las críticas más duras: exceso de CGI, un guion sin dirección clara y un Superman “desdibujado”, cuya historia parece moverse de una amenaza a otra sin construir una verdadera conexión emocional con el espectador. Incluso la química entre Lois Lane (Brosnahan) y Clark Kent (Corenswet) fue descrita como “plana”, mientras que el Lex Luthor de Hoult, aunque prometedor, se diluye en medio del caos narrativo.
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¿Es esta crítica una advertencia aislada o el síntoma de un problema mayor? Por ahora, las cifras de preventa no auguran un éxito rotundo. Se estima que la película podría recaudar entre 90 y 125 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos, una cifra que, aunque sólida, podría quedarse corta frente a su presupuesto de 225 millones.
Aun así, muchos analistas recuerdan el caso de Batman Begins (2005), que también enfrentó un recibimiento tibio, pero sentó las bases para el arrollador éxito de El Caballero Oscuro. Es decir, Superman no necesita romper récords desde el primer día, sino consolidar un tono, convencer al público y proyectar confianza en el plan a largo plazo de DC.
DC Studios
James Gunn ha declarado que su prioridad fue construir un guion sólido, alejado de la improvisación que caracterizó a otras entregas de la saga. Esta intención, sumada a la promesa de versiones carismáticas de los personajes centrales, mantiene viva la esperanza de que el filme funcione como un verdadero renacimiento del género.
Superman (2025) se estrena este 11 de julio en Colombia. ¿Será el nuevo inicio que la ciencia ficción necesitaba o el tropiezo que sepulte definitivamente la era dorada de los superhéroes? La cuenta regresiva ya empezó.