
Sara Uribe ha sabido transformar su historia en un relato de resiliencia, contradicciones y empoderamiento. La presentadora, modelo y ahora empresaria antioqueña no solo es reconocida por su paso por la televisión, sino también por su participación en múltiples videoclips de artistas urbanos. Uno de los más memorables fue el rodaje de El Perdón, junto a Nicky Jam, grabado en la comuna 13 de Medellín, el mismo lugar donde creció entre carencias y violencia.

“Yo me fui a vivir a la comuna 13 con mi familia a los 13 años, y grabar allí con Nicky fue como vivir un sueño. Me trajo muchos recuerdos, especialmente de los días duros de la operación Orión”, contó la modelo en entrevista con el programa Impresentables. La experiencia fue profundamente emotiva, no solo por lo que significó trabajar con un artista de talla internacional, sino por regresar como figura pública a las calles que la vieron salir adelante pese a la adversidad.
La participación de Uribe en el videoclip de Nicky Jam no ha sido su única incursión en el mundo musical. Ha colaborado con artistas como Ryan Castro, Diego Daza y Mr. Black, y aunque asegura que no se ha hecho millonaria con estos trabajos, reconoce que ha sido una fuente de ingresos importante. “A mí me han pagado bien, no me puedo quejar”, afirma.

Pero detrás de esa imagen luminosa hay una historia personal que ha dado mucho de qué hablar. En una reciente entrevista para el pódcast Vos Podés de Tatiana Franco, la modelo habló sin filtros sobre su relación con el exjugador de la selección Colombia, Fredy Guarín, padre de su hijo Jacobo. Uribe reconoció públicamente haber sido parte de una infidelidad cuando inició la relación con el futbolista, entonces casado. “Yo tenía 20 años, solo estaba buscando amor. Nunca quise hacerle daño a una familia”, confesó con voz entrecortada.
La situación, sin embargo, no solo le trajo críticas, sino también profundas heridas. Según contó, la comunicación con Guarín fue difícil durante mucho tiempo. “Yo sentía que ese hombre me odiaba”, aseguró, explicando que hizo todo lo posible para que su hijo no sufriera las consecuencias de sus decisiones como adulta. Aun así, su sinceridad fue respondida con desdén por el hijo mayor de Guarín, Daniel, quien la acusó de no pedir disculpas y de seguir hablando del tema por exposición mediática.

Hoy, Sara Uribe sigue adelante. Además de seguir trabajando en proyectos audiovisuales, ha lanzado su propia marca de productos femeninos llamada Poderosa, un nombre que parece condensar su visión actual de la vida. Ya no busca el reconocimiento por su vida sentimental ni quiere exponerse nuevamente en realities como La casa de los famosos. “No me interesa. No soy capaz de ese nivel de exposición”, afirmó.
Entre cámaras, negocios, confesiones públicas y maternidad, Sara Uribe ha consolidado una carrera marcada por luces y sombras. Su participación en el video de Nicky Jam no es solo un momento de fama: es un símbolo de cómo se puede volver al pasado, mirarlo de frente y decidir contar la historia completa.