En el cine colombiano hay comedias que dividen opiniones. Algunas generan nostalgia, otras resultan entrañables, pero hay una saga que, a lo largo de más de una década, ha sido sinónimo de polémica, risas fáciles, fórmulas recicladas y, aún así, taquillazos. Hablamos de El Paseo, la franquicia más extensa del cine nacional, que ya cuenta con siete entregas que se pueden ver en Netflix y Max.
La historia comenzó en 2010 con El Paseo, una película protagonizada por Antonio Sanint y Carolina Gómez, que retrataba las desventuras de una familia bogotana durante sus vacaciones en la costa. Fue un éxito arrollador en taquilla, al punto que su productora, Dago García Producciones, no tardó en convertirla en una saga navideña casi obligatoria. Así llegaron El Paseo 2 (2012), El Paseo 3 (2013), El Paseo 4 (2016), El Paseo 5 (2018), El Paseo 6 (2021) y El Paseo 7 (2023), esta última ya disponible en Netflix desde comienzos de 2024.
Max
Pero, ¿realmente eran necesarias tantas secuelas? La crítica ha sido clara: la franquicia repite una y otra vez la misma fórmula. Una familia colombiana, en su intento por disfrutar de unas vacaciones, se enfrenta a toda clase de obstáculos cómicos. Las tramas cambian de contexto —del mar a la finca, del paseo de olla a la excursión de grado—, pero los personajes son esencialmente los mismos: el papá torpe, la mamá preocupada, los adolescentes rebeldes y algún acompañante incómodo que provoca el caos.
No obstante, su éxito comercial es innegable. El Paseo 6, protagonizada por Amparo Grisales y César Mora, fue una de las películas colombianas más vistas de 2021. El Paseo 7, dirigida por Rodrigo Triana, se posicionó en el top 10 de Netflix Colombia durante varias semanas después de su estreno. Y ahora, El Paseo 8 continúa la fórmula, esta vez desde una finca familiar con herencias de por medio.
Netflix
Cada película funciona de manera independiente, sin continuidad entre personajes ni arcos narrativos prolongados. Se trata más bien de una antología de clichés sobre las vacaciones colombianas, con chistes que apelan al humor costumbrista y que han envejecido con irregular fortuna.
Sin embargo, su persistencia en cartelera y su presencia constante en las plataformas de streaming demuestran que sigue habiendo una audiencia dispuesta a verla. Ya sea por costumbre, por nostalgia o por simple curiosidad, esta serie de películas continúa su camino... y no parece tener fin.