
En un universo como el de My Hero Academia, donde los villanos suelen ser representaciones extremas de ideologías o consecuencias de un sistema fallido, sorprende encontrar en su spin-off, Vigilantes: Illegals, un personaje que logra incomodar por razones mucho más cercanas. Se trata de Queen Bee, una figura trágica, misteriosa y aterradora que se convierte en una de las primeras grandes amenazas de esta historia paralela.
La historia de Queen Bee comienza con un rostro conocido: Kazuho Haneyama, una joven carismática que trabaja como streamer y aspira a ser periodista. Lejos de la acción, es amiga cercana del protagonista de Vigilantes, Koichi Haimawari (también conocido como The Crawler), un héroe sin licencia que patrulla las calles con un fuerte sentido de la justicia. Lo que nadie esperaba es que Kazuho terminara convertida en un experimento viviente, víctima de una manipulación biológica que la transformaría en una amenaza latente.

Bajo el alias de Queen Bee, Kazuho desarrolla un don modificado que le permite controlar enjambres de abejas que produce desde su propio cuerpo. Estas criaturas no solo pican o intimidan: son capaces de invadir el cuerpo de una persona y someterla a la voluntad de la villana, creando una red de control mental tan sutil como letal. Quien cae bajo su dominio no recuerda nada, pero actúa como un títere. El efecto colmena es tan poderoso que incluso héroes entrenados pueden verse neutralizados en segundos.

Este poder, aunque aterrador, no es lo que más perturba de Queen Bee. Lo verdaderamente inquietante es su origen. A diferencia de otros villanos clásicos de My Hero Academia, su maldad no nace del deseo de venganza ni del fanatismo. Es una víctima más del sistema, utilizada por el bajo mundo de Naruhata, drogada con Trigger (una sustancia ilegal que potencia quirks de forma inestable) y modificada por fuerzas que permanecen en las sombras. Su pérdida de control es tan literal como metafórica: Queen Bee es un reflejo de cómo una sociedad que no cuida a sus jóvenes puede empujarlos hacia la oscuridad sin que siquiera se den cuenta.
La relación entre Queen Bee y Koichi añade una capa emocional poderosa a la historia. No es solo una villana a derrotar, sino una amiga que necesita ser salvada, lo que lleva al protagonista a replantearse su rol como vigilante. También es un momento clave para Knuckleduster, otro personaje fundamental de Vigilantes, quien busca redención personal enfrentándose al daño que ayudó a generar.

Vigilantes ha sido desde el inicio un terreno fértil para explorar dilemas más humanos, situaciones más urbanas y héroes que operan fuera del foco mediático. Queen Bee encaja perfectamente en esa lógica: no es la gran villana que destruirá el mundo, pero sí representa algo más inquietante y cercano. Es, quizás, el tipo de amenaza que el mundo de My Hero Academia necesitaba mostrar para completar su espectro moral.
Aunque su arco no es largo, sí es significativo. Queen Bee permanece como un recordatorio de que los verdaderos villanos no siempre nacen siéndolo. A veces, los crean. Y eso es justamente lo que hace de ella un personaje inolvidable.