
En 2001 se estrenó una película que cambiaría la comedia romántica para siempre. Se trata, nada más y nada menos, que El diario de Bridget Jones. Si bien la historia se convirtió en un ícono del cine británico en ese momento por tener a los dos grandes galanes de esa región, Colin Firth y Hugh Grant, en el elenco, también escaló en todo el mundo como una pieza de culto.
Tanto fue su impacto que el estudio decidió avanzar con la trama como si fuese una saga, siguiendo las décadas de la vida de la protagonista en Bridget Jones: Al borde de la razón (2001) y El bebé de Bridget Jones (2016).
Ahora, en 2025, se lanzó una cuarta parte que mantiene a Reneé Zellweger como la única capaz de ostentar el papel principal. Y es que, recientemente en una entrevista concedida a Hits Radio UK, reveló en qué se parece ella a la protagonista de la franquicia.
"Principalmente hay tres aspectos en los que somos iguales: la humillación pública, los momentos incómodos y la torpeza", comentó la actriz.
¿De qué se trata 'Bridget Jones: loca por él'?
"Bridget Jones finalmente parece haber encontrado la estabilidad que tanto anhelaba. Después de años de tropiezos sentimentales y crisis existenciales, ahora disfruta de un trabajo como guionista que la llena de satisfacción profesional. Además, ha formado una pequeña familia, aunque su vida familiar se ve marcada por la ausencia de su padre, lo que siempre le ha dejado una sensación de vacío. A todo esto se suma un nuevo novio, un hombre que, en apariencia, es todo lo que siempre soñó: cariñoso, atento y, por encima de todo, diferente a sus parejas anteriores", comienza diciendo la sinopsis oficial.
Pero las cosas se ponen color de hormiga cuando "su felicidad empieza a complicarse al darse cuenta de que, aunque la diferencia de edad entre ella y su novio, que supera los veinte años, podría parecer solo un detalle superficial, en realidad plantea serios retos. La disparidad en sus etapas de vida y las expectativas que tienen sobre el futuro empiezan a generar tensiones en la relación. Bridget se enfrenta a los prejuicios de la sociedad, a las dudas sobre su propia madurez y a las inseguridades que surgen cuando se ve reflejada en las diferencias generacionales. Además, debe lidiar con las presiones externas de amigos y familiares, que no siempre comprenden su elección y cuestionan la viabilidad de una relación con tanta diferencia de edad".

Finalmente, "en medio de este torbellino emocional y personal, Bridget se encuentra en una encrucijada: por un lado, siente que ha encontrado a alguien que la hace feliz y que la hace sentir especial, pero por otro, la brecha entre sus experiencias de vida, sus deseos y su madurez emocional empieza a convertirse en un obstáculo que no sabe cómo superar. A medida que la relación avanza, Bridget se enfrenta a la complejidad de equilibrar su vida profesional, su familia y, sobre todo, su identidad personal en una etapa de su vida en la que todo parece estar en juego".