
El icónico actor estadounidense es mucho más que un intérprete, es un camaleón que se transforma por completo en cada uno de sus personajes. Su intensidad y dedicación son legendarias en Hollywood, pero ¿qué hay detrás de esa pasión? Según el propio Downey Jr., solo tres roles han logrado cautivarlo por completo a lo largo de su carrera: dos de ellos lo llevaron a la cima del estrellato, mientras que el tercero representa un recordatorio de su vulnerabilidad y capacidad de reinvención.
La primera obsesión, Chaplin, se materializó en la película biográfica de 1992, dirigida por Richard Attenborough. A pesar de las excelentes críticas y el reconocimiento de la audiencia, la película fue un fracaso en taquilla. Su interpretación del icónico comediante fue un proyecto apasionante, pero desafortunadamente no tuvo el éxito esperado. A pesar de las críticas positivas, la película no logró conectar con el público.

La segunda obsesión, Tony Stark, resultó ser un rotundo éxito. El papel de Iron Man no solo revitalizó la carrera de Downey Jr., sino que también lo convirtió en una de las figuras más importantes del Universo Cinematográfico de Marvel. La química entre Downey Jr. y el personaje fue evidente desde el primer momento, y su dedicación al papel fue clave para su éxito.

La tercera obsesión, Lewis Strauss en 'Oppenheimer', culminó con su primer Oscar como Mejor Actor de Reparto. Este papel, tan diferente a los que nos tenía acostumbrados, demostró la versatilidad del actor y su capacidad para asumir desafíos interpretativos.
Christopher Nolan, director de la cinta, reconoció que la elección de Downey Jr. para interpretar a Lewis Strauss fue todo un desafío. El director buscaba a alguien capaz de transformar por completo su imagen y de sumergirse en un personaje complejo y lleno de matices.

El actor, por su parte, asumió el reto con entusiasmo. A pesar de que estar quieto y contenido no es su fuerte, logró transmitir la intensidad y la complejidad de Lewis Strauss. Su transformación física y psicológica para este papel fue notable, y su interpretación fue ampliamente elogiada por la crítica.
La obsesión de Downey Jr. por sus personajes va más allá. El actor se sumerge completamente en el universo de cada personaje, estudiando sus vidas, sus motivaciones y sus personalidades. Esta dedicación se refleja en sus actuaciones, que son siempre auténticas y convincentes. Su talento, carisma y versatilidad lo han convertido en uno de los actores más influyentes de su generación.