El episodio 20 de la séptima temporada de 'My Hero Academia' profundiza en la batalla emocional y física entre Ochaco Uraraka y Himiko Toga, dos personajes que representan mucho más que los papeles tradicionales de héroe y villano. Himiko, ahora la villana más destacada de la temporada, ha desatado todo el poder del don de Twice, creando un ejército de clones imparable. Sin embargo, la verdadera batalla no se libra solo con poderes, sino con las emociones y las heridas personales que ambas protagonistas llevan consigo.
A lo largo de este episodio, Ochaco, también conocida como Uravity, busca algo más que detener a una villana. Su objetivo es conectar con Himiko en un nivel más profundo, intentar entender su dolor y, de alguna manera, redimir a la joven atormentada que se esconde detrás de la fachada sanguinaria de Toga. Mientras Himiko lucha por mantener su identidad, inspirada en su aliado caído Twice, Uraraka demuestra que la verdadera victoria no siempre se logra con la fuerza, sino con empatía.
La crisis de identidad de Himiko Toga
Desde su infancia, Himiko ha sufrido un rechazo constante debido a su extraña relación con la sangre. Los flashbacks revelan cómo incluso su propia familia la apartó, incapaz de aceptar sus inclinaciones naturales, lo que la llevó a unirse a la Liga de Villanos en busca de aceptación. El episodio destaca su lucha por ser auténtica y no ocultar su verdadero yo, aunque esto la haya empujado hacia la violencia y la oscuridad. Este conflicto interno hace que su enfrentamiento con Ochaco sea mucho más que una simple batalla: es una lucha por su identidad.
A medida que el combate avanza, Himiko utiliza el don de Twice para ganar terreno. Sin embargo, Ochaco logra un despertar de su don, haciendo que todos los clones, incluida Himiko, se vuelvan ingrávidos. Pero el mayor logro de Ochaco no es solo detener el ataque físico, sino llegar al corazón de Toga, dándole una esperanza de redención. Aunque la batalla termina en un punto crucial, la conexión emocional entre las dos sugiere que este conflicto podría tener un desenlace mucho más humano y menos violento de lo esperado.
El poder de la empatía en la guerra
Lo que destaca en este episodio es la forma en que 'My Hero Academia' explora el concepto de empatía en medio de una guerra. Ochaco no ve a Himiko como una simple villana; la percibe como una joven herida por una sociedad que la rechazó. Esta visión rompe con las etiquetas tradicionales de héroe y villano, y ofrece una nueva perspectiva sobre la lucha entre el bien y el mal.
Al final del episodio, las lágrimas y las sonrisas de Himiko y Ochaco son un recordatorio de que, en ocasiones, el mayor poder no es un don, sino la capacidad de ver a los demás como seres humanos, más allá de sus acciones pasadas.