A lo largo de seis episodios, Sofía Vergara encarna el papel de Griselda Blanco, permitiéndonos ver desde sus días de pobreza en Colombia hasta su impactante caída en Miami, Florida, como una de las mujeres más temidas del narcotráfico. La serie, como es común en las adaptaciones televisivas basadas en hechos reales, dramatiza eventos para cautivar al público. La vida de Griselda Blanco estuvo impregnada de tragedia y violencia, y para nada fue una lucha feminista en medio de un negocio de muerte.
Nacida en Cartagena en 1943, Blanco se trasladó a Medellín con su madre a la temprana edad de tres años. Criada en un entorno de violencia y pobreza, buscó ayuda entre los traficantes locales, entrando así en el oscuro "negocio" para asegurar su sustento.
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Con el tiempo, comprendió que, en un mundo dominado por hombres, debía ser despiadada para sobresalir. Su ascenso meteórico la llevó a tener tres hijos y numerosos rivales en Colombia, provocando su mudanza a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades.
Una vez en EE. UU., Griselda Blanco desempeñó un papel fundamental en la creación de cárteles de narcotraficantes, dejando un legado que aún se siente hoy en día. A pesar de un próspero negocio de cocaína en Nueva York, fue acusada de conspiración federal, lo que la obligó a huir a Colombia.
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El punto culminante de su carrera fue su papel en la Guerra de la Droga de Miami, una red de distribución que ingresaba 80 millones de dólares al mes. Su detención en 1985, en medio de enemigos y conflictos internos, reveló la complejidad de su imperio criminal.
A pesar de su condena a 15 años, un giro inesperado, con escándalos y traiciones, marcó su tiempo en prisión. Liberada en 2004, regresó a Medellín como una cristiana redimida, utilizando sus recursos para el bienestar de la comunidad.
Sin embargo, su pasado oscuro la alcanzó en 2012. Con 69 años, Griselda Blanco fue asesinada frente a una carnicería en Medellín, cerrando un capítulo tumultuoso en la historia del narcotráfico.
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La serie de Netflix, protagonizada por Sofía Vergara, se suma a la exploración cinematográfica de la vida de Blanco. Aunque interpretada con buen tino por la actriz, modelo y empresaria colombiana, el personaje es muchísimo más oscuro y complejo de lo que se nos muestra. Su legado turbio, desde la violencia hasta la redención y el trágico final, sigue intrigando a audiencias de todo el mundo.