'Naruto Shippuden': Esta es la razón por la que Kurama confía en su Jinchuriki en la guerra contra Tobi

Para muchos, el Kyūbi no es más que un arma o algo muy peligroso con lo que no debes jugar, pero nuestro querido Naruto demuestra grandeza con sus actos, y es por esto que se gana la confianza del Nueve Colas.

Durante la Cuarta Gran Guerra Ninja, Naruto Uzumaki se enfrenta a Tobi y a los Jinchuriki revividos. En esta instancia de 'Naruto Shippuden', uno de los momentos más impactantes y significativos es la transformación de la relación entre Naruto y Kurama, el zorro de nueve colas, durante esta lucha épica.

Desde el principio de la serie, Kurama, o el Kyūbi, ha sido un Bijū lleno de resentimiento y desconfianza hacia los humanos debido a su doloroso pasado. Sellado dentro de Naruto desde su infancia, la bestia de chakra ha experimentado años de amargura y maltrato. Sin embargo, a medida que avanza la historia, este vive una extraordinaria evolución y su relación con Naruto toma otros matices.

En el corazón de esta transformación se encuentra la perseverancia inquebrantable de Naruto para demostrar que es diferente de los Jinchurikis anteriores. A través de actos de compasión, determinación y la valiente voluntad de proteger a sus seres queridos, Naruto gana gradualmente la confianza de Kurama. Este proceso culmina en uno de los momentos más cruciales de la serie durante la guerra contra Tobi y Madara.

Naruto, impulsado por un sentido de deber y amistad, se convierte en el pilar de la resistencia contra las fuerzas enemigas. Mientras lucha incansablemente en el campo de batalla, la conexión entre Naruto y Kurama se intensifica, llevando al Nueve Colas a reconocer la nobleza y la fuerza de voluntad de su Jinchuriki. Este cambio fundamental en la dinámica entre ambos se traduce en una colaboración sin precedentes durante la guerra.

Este emocionante giro en la trama no solo destaca la evolución de los personajes principales, sino que también añade una capa adicional de profundidad emocional a la historia. La confianza de Kurama en su Jinchuriki no solo simboliza el crecimiento de Naruto como ninja, sino que también subraya el poder redentor de la amistad y la determinación que yacen en él, y es que, al igual que el joven, el Kyūbi siempre ha anhelado ser reconocido, visto de otra manera y no solo como un arma o un monstruo. Naruto no lo ve como algo malo y eso para Kurama vale mucho, por ello decide dejar de lado su odio.

Naruto demuestra ser diferente de los anteriores Jinchuriki, quienes simplemente lo veían como un arma o una maldición. Naruto muestra compasión y determinación, y gradualmente cambia la perspectiva del Kyūbi sobre los humanos.