En la historia del fútbol colombiano, hay nombres que no se borran fácilmente, y uno de ellos, sin lugar a dudas, es el de René Higuita, un portero que desafió los límites del arco y atrajo la atención por mucho más que sus habilidades deportivas. El reciente documental de Netflix, 'Higuita: el camino del escorpión', desvela los aspectos más polémicos y emotivos de la vida de este legendario arquero.
En los años 80 y 90, Higuita no solo se destacó por su brillantez en el fútbol, sino también por su controvertida amistad con Pablo Escobar, el infame narcotraficante colombiano. Su relación con Escobar, aunque anterior a la notoriedad criminal del capo, le acarreó innumerables problemas.
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Higuita lo conoció cuando Escobar era congresista y su amistad se mantuvo durante años. Sin embargo, su vínculo saltó a la vista de todos cuando Higuita visitó a Escobar en la prisión de La Catedral, un lujoso centro penitenciario que el narcotraficante mandó construir y en el que se entregó a las autoridades en 1991. Los medios de comunicación se agolparon en las puertas de la cárcel, y el portero antioqueño no dudó en confirmar su amistad con 'El Patrón', lo que desató una tormenta mediática.
Esta amistad con Escobar tuvo un alto precio para Higuita. Cuando Escobar se fugó de La Catedral, las consecuencias se hicieron evidentes. Higuita fue acusado y detenido, siendo considerado por la ley como un cómplice por su relación con el narcotraficante. Esta situación lo llevó a un proceso judicial complicado, en el que fue presionado y chantajeado para revelar la ubicación de Escobar. Higuita, a pesar de las dificultades, se mantuvo firme en su lealtad hacia su amigo.
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El documental muestra cómo este episodio cambió la vida de Higuita, quien pasó nueve meses en prisión, durante el año 1993, por su participación en la liberación de la hija de un secuestrado. A pesar de la controversia, Higuita destaca que actuó desde el corazón, defendiendo su humanidad en medio de un contexto lleno de incertidumbre y presión.
'Higuita: el camino del escorpión' también brinda la oportunidad al ex portero de contar su historia en sus propias palabras, revelando su perspectiva sobre las críticas, prejuicios y acusaciones que ha enfrentado a lo largo de los años. Higuita, a sus 57 años, se muestra como un hombre imperfecto pero con la convicción de haber actuado desde el corazón.
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Conocido por su excentricidad dentro y fuera del campo, Higuita no solo busca destacar los episodios más oscuros de su vida, sino que reflexiona sobre el estado actual del fútbol. Él ve un juego que necesita nuevamente una dosis de autenticidad y locura, características que él mismo encarnó en su época y que considera necesarias en el fútbol contemporáneo.
El relato de Higuita se convierte en un testimonio de la complejidad humana, mostrando que la vida va más allá de los estereotipos y juicios. Sus palabras resuenan como una llamada a la comprensión y al aporte personal para la mejora de la sociedad y el deporte.