El 24 de marzo, se celebra el Día de Breakfast Club, la película icónica que se estrenó en 1985. Dirigida por John Hughes, la historia sigue a cinco estudiantes de bachillerato que son castigados con un sábado de detención. Cada personaje representa un estereotipo del bachillerato: el atleta popular, el cerebrito, el marginado, la princesa y el delincuente. Durante el castigo, estos cinco estudiantes aprenden a conocerse y a superar sus diferencias.
La película se ha ganado un lugar en la cultura pop por su capacidad para capturar los dilemas de la adolescencia y los estereotipos que la rodean. Aunque se estrenó hace más de 35 años, sigue siendo relevante hoy en día. La cinta ha sido aclamada por su habilidad para mostrar las diferentes perspectivas que tienen los jóvenes sobre la vida, la familia y las relaciones.
Breakfast Club, disponible en HBO Max aborda temas como la identidad, la pertenencia y la soledad. Los personajes aprenden a ver más allá de los estereotipos que se les han impuesto y descubren que tienen más en común de lo que habían imaginado. A su vez, aborda también temas más oscuros, como el abuso emocional y físico, lo que la convierte en una película necesaria para comprender las representaciones de los adolescentes y sus dinámicas.
Universal Pictures
Como género, el cine de adolescentes ha ganado popularidad con los años. Desde la década de 1950, su papel en las representaciones estereotipadas de la difícil transición entre la infancia y la adultez, han cumplido un papel muy importante en la cultura pop. Películas como Rebel Without a Cause (1955), The Graduate (1967) y American Graffiti (1973) son clásicos que nos ayudan a comprender las dinámicas sociales de esta etapa de la vida.
Así, Breakfast Club se convierte en una película obligada de la historia del cine que demuestra que los dramas humanos se expresan en todos los escenarios y que el papel del cine en nuestras vidas es, también, ayudar a ver más allá de nuestras propias narices.