La segunda temporada de Sakamoto Days en Netflix no solo consolidó la adaptación animada de este popular manga, sino que también elevó la expectativa de los fans para lo que viene. Con un final cargado de tensión y revelaciones, el anime consiguió dejar a la audiencia en vilo, manteniendo el equilibrio entre acción, comedia y drama que caracteriza a la obra de Yuto Suzuki.
Uno de los puntos clave de este desenlace estuvo en los exámenes de la JCC (la organización que regula a los asesinos en Japón). Tras superar las pruebas, varios aspirantes lograron su ingreso como estudiantes: Akira Akao, Nao Toramaru, Shin Asakura, Mafuyu Seba, Joichiro Kaji y Kill Baby. Este grupo será fundamental en la nueva etapa, ya que no solo se entrenará para perfeccionar sus habilidades como asesinos, sino que también jugará un papel clave en los enfrentamientos venideros. En el caso de Shin, su misión personal será seguir los pasos de “X”, el antagonista principal, cuya sombra se cierne cada vez con más fuerza sobre la trama.
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Pero quizá la revelación más sorprendente la protagonizó Taro Sakamoto. Aunque aprobó el examen, no pudo ingresar formalmente a la JCC debido a que pesa sobre él una recompensa. Allí es donde entra en juego Nagumo, su viejo amigo, quien ideó un plan alternativo: convertir a Sakamoto en profesor en prácticas, ocultando su identidad bajo un elaborado disfraz que lo hace pasar por su esposa, Aoi. Este giro, además de aportar una cuota de humor, introduce un factor de riesgo: el disfraz solo dura 24 horas y lo expone constantemente a ser descubierto. La infiltración de Sakamoto como docente se perfila, sin duda, como uno de los elementos más intrigantes de la historia futura.
En paralelo, X continúa con su plan de destruir la Asociación de Asesinos de Japón (AAJ). A sus viejos aliados Kashima y Gaku se suman nuevas incorporaciones que destacan tanto por lo extravagante de sus personalidades como por su potencial destructivo. Entre ellos están Carolina Reaper, un personaje enigmático con una curiosa obsesión por lo picante, y Club Jam, que esconde su faceta sádica tras una apariencia dulce. A este grupo se une también Kanaguri, el excéntrico director de cine que causó estragos en los exámenes de la JCC. Sin embargo, lo más inquietante es que X ha obligado a Mafuyu Seba y a Nao Toramaru a unirse a sus filas. Este giro plantea un conflicto emocional y narrativo, pues convierte a antiguos aliados de Shin y Sakamoto en posibles enemigos.
El final de temporada no se limitó a cerrar los cabos de la trama actual. Tras los créditos, se presentaron avances de lo que podría ser la tercera temporada: Sakamoto, aún disfrazado de Aoi, asumiendo con seriedad su rol como profesor; Nagumo, Osaragi y Shishiba inmersos en una nueva misión; Shin reencontrándose con Natsuki, el joven con el poder de hacerse invisible; y la promesa de que la formación de Akira tendrá un peso decisivo en la narrativa. Estos adelantos no solo dejaron abierta la puerta a nuevas historias, sino que encendieron la emoción de los seguidores, que ya piden confirmación oficial de la continuación.
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Con todo esto, Sakamoto Days no solo se afianza como uno de los animes más comentados de la temporada, sino que también confirma que su mezcla de acción, humor absurdo y giros inesperados tiene todavía mucho camino por recorrer. Netflix ha apostado fuerte por esta franquicia, y la combinación de anime y live-action en desarrollo demuestra que estamos ante un fenómeno en expansión.
Lo cierto es que, más allá de los exámenes, los disfraces y las conspiraciones de X, lo que deja este cierre es una certeza: el universo de Sakamoto Days apenas comienza a desplegar todo su potencial. Y si algo ha quedado claro en este final, es que lo mejor aún está por venir.