El catálogo de series coreanas en Netflix ha ganado fuerza en los últimos años, y entre los títulos más comentados se encuentra La gloria (The Glory), una producción que aborda de frente un problema tan sensible como universal: el bullying escolar. Estrenada en dos partes entre 2022 y 2023, la serie dirigida por Ahn Gil-ho y escrita por Kim Eun-sook no solo alcanzó gran popularidad internacional, sino que también desató debates sobre la violencia en las aulas y sus secuelas en la vida adulta.
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La trama sigue a Moon Dong-eun, interpretada por la reconocida actriz Song Hye-kyo, quien en su adolescencia soñaba con ser arquitecta hasta que el acoso brutal de sus compañeras truncó sus planes. Años después, convertida en maestra, su encuentro con la hija de una de sus agresoras reaviva las heridas del pasado y despierta un plan de venganza cuidadosamente orquestado contra quienes la marcaron con dolor. Lejos de ser un simple thriller, la serie explora la complejidad emocional de una víctima que decide devolver golpe por golpe.
La historia está inspirada en casos reales que estremecieron a Corea del Sur, particularmente un escándalo reportado en 2006 sobre una estudiante atacada con una plancha de cabello, bates de béisbol y golpes sistemáticos por parte de sus compañeras. Estos episodios de violencia juvenil no solo alimentaron la ficción, sino que sirvieron como un espejo de una problemática que en Corea y en muchos países aún se encuentra lejos de resolverse.
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Además de su potente trasfondo, La gloria brilla por las actuaciones de su elenco. Song Hye-kyo, apodada “la reina del drama” en su país, se enfrentó por primera vez a un papel de venganza psicológica que la retó y la consolidó ante un público global. A su lado, Im Ji-yeon sorprende como Park Yeon-jin, la principal antagonista, cuya frialdad y sonrisa calculada han sido elogiadas como escalofriantes. La tensión entre ambas se convierte en el motor de la serie, respaldada por secundarios sólidos como Lee Do-hyun y Jung Sung-il.
Uno de los elementos más simbólicos de la ficción es el uso del juego Go, una disciplina de estrategia que en la serie refleja los movimientos de la protagonista: paciencia, cálculo y un objetivo inquebrantable. Cada jugada en el tablero se convierte en metáfora de la lenta pero certera venganza de Moon Dong-eun.
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El impacto de La gloria ha trascendido fronteras. A pesar de estar prohibida oficialmente en China, circuló masivamente por vías ilegales y se convirtió en uno de los dramas más comentados en el país. En Netflix, se ha mantenido entre lo más visto desde su estreno, consolidando la ola coreana y demostrando que las historias de dolor y resistencia pueden conectar con audiencias globales.
Más que una serie de venganza, La gloria es un retrato de cómo las cicatrices del pasado pueden moldear el futuro. Una producción que obliga a mirar de frente al problema del acoso escolar y, al mismo tiempo, plantea una pregunta inquietante: ¿hasta dónde puede llegar alguien que lo ha perdido todo?