Los personajes de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba regresan a los cines con uno de sus capítulos más ambiciosos hasta la fecha: Castillo Infinito, la nueva película que marca un hito dentro de la historia creada por Koyoharu Gotouge. El largometraje, que se estrenó en Colombia el pasado 11 de septiembre de 2025, llega con la promesa de envolver a los espectadores en una atmósfera de batallas épicas, emociones intensas y un despliegue visual sin precedentes. Y para quienes buscan la máxima calidad, Bogotá ofrece la posibilidad de verla en salas IMAX.
Las salas IMAX se han consolidado como el formato ideal para las superproducciones, y en esta ocasión no es la excepción. El sonido envolvente y la nitidez de imagen convierten a Demon Slayer: Castillo Infinito en una experiencia sensorial completa, en la que cada movimiento de espada y cada destello de energía se perciben con una fuerza inigualable.
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En la capital, los fanáticos pueden acceder a este formato en tres puntos clave de Cine Colombia: Centro Mayor, Nuestro Bogotá y Santafé. Cada uno de estos multiplex cuenta con sala IMAX, diseñada para proyectar películas en una pantalla de gran tamaño, con una curvatura que incrementa la sensación de inmersión. Esto significa que los seguidores de Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke tendrán la oportunidad de sumergirse en el clímax narrativo de la saga como si estuvieran dentro del propio Castillo Infinito.
Aunque en la cartelera de Cine Colombia aparecen múltiples funciones de la cinta en formato 2D, el hecho de que estas salas dispongan de IMAX representa una alternativa exclusiva. Los horarios exactos pueden variar según el multiplex, por lo que la recomendación es revisar la aplicación o la página oficial de Cine Colombia antes de comprar las entradas.
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La inclusión de Demon Slayer en este formato también es una señal del peso cultural que ha alcanzado el anime en América Latina. Lo que antes era considerado un nicho, ahora convoca a miles de personas en estrenos mundiales simultáneos, capaces de llenar las salas más grandes. La apuesta por IMAX es, en ese sentido, una confirmación de que el público colombiano exige experiencias cinematográficas a la altura de sus pasiones.
Con esta nueva entrega, la franquicia reafirma su estatus como fenómeno global, y en Bogotá los fanáticos tienen la fortuna de poder elegir cómo vivir la aventura: en una función convencional o en la espectacularidad de una sala IMAX. Lo cierto es que, en cualquiera de los casos, la emoción está garantizada.