Jason Momoa es un actor que ha construido buena parte de su carrera bajo el estereotipo del héroe rudo y de gran presencia física: desde Khal Drogo en Game of Thrones hasta su imponente Aquaman dentro del universo de DC. Sin embargo, en A Minecraft Movie decide desarmar esa imagen para entregarnos a un personaje que, lejos de la valentía y la fuerza, se mueve en un terreno inesperado: el de la vulnerabilidad cómica. Y lo mejor es que lo hace sin miedo a rozar lo absurdo, logrando que su interpretación se convierta en uno de los grandes atractivos de la cinta.
La película, que ya está disponible en Prime Video tras arrasar en cines, nos transporta al universo pixelado del videojuego más popular de la historia. Allí, Jack Black brilla como Steve, un crafter experto que aporta su característico humor, pero es Momoa quien logra robarse las miradas al encarnar a Garrett Garrison, un hombre corriente que debe sobrevivir en un mundo que lo supera en todos los sentidos. Lo interesante es que, en lugar de enfrentarse a los retos con la dureza que solemos esperar de él, se muestra acobardado, inseguro e incluso torpe, en un registro totalmente distinto al que lo había hecho famoso.
Captura de pantalla
Uno de los puntos más divertidos de la cinta es cómo Momoa se enfrenta al Overworld. En medio de Piglins, zombis y todo tipo de criaturas cúbicas, el actor se despoja de la solemnidad y juega con la ridiculez: se sobresalta con ruidos inesperados, se enreda con herramientas que no sabe usar y se convierte en el blanco de bromas constantes. Esa vulnerabilidad lo humaniza y permite que el público lo vea como un protagonista cercano, alguien que podría ser cualquiera de nosotros si quedáramos atrapados en el videojuego.
El contraste con Jack Black también es parte del encanto. Mientras Black representa la confianza y el ingenio, Momoa se convierte en ese acompañante que tropieza, duda y a veces estorba, pero que despierta una empatía inmediata. La dupla logra un balance cómico en el que ambos sacan provecho de sus personalidades: uno como maestro del humor físico y vocal, y el otro como un gigante desconcertado que hace reír justamente porque no sabe cómo manejar lo que le rodea.
Prime Video
La película funciona como una aventura familiar, pero también como una comedia que juega con las expectativas que tenemos sobre sus actores. Ver a Momoa acobardado, escapando de pollos pixelados o intentando construir una casa que termina derrumbándose, es parte de la diversión que la cinta ofrece a grandes y chicos. Lejos de tomarse demasiado en serio, A Minecraft Movie apuesta por el entretenimiento puro, y en ese terreno Momoa brilla con una libertad que pocas veces le hemos visto en pantalla.
En definitiva, esta adaptación live action logra ser más que una simple traslación del videojuego: es un espacio para que sus protagonistas exploren registros nuevos. Jack Black hace lo que mejor sabe, pero es Jason Momoa quien da la gran sorpresa con un personaje cómico, entrañable y ridículamente encantador. Una razón de peso para darle play en Prime Video y disfrutar de una de las películas familiares más comentadas del año.