Netflix continúa reforzando su apuesta por producciones hechas en Colombia con el anuncio de Estado de fuga, una película protagonizada por Andrés Parra que recreará la masacre de Pozetto, un hecho real que sacudió a Bogotá el 4 de febrero de 1986. Dirigida por Carlos Moreno y Claudia Pedraza, y con producción ejecutiva de Mario Mendoza y Rodrigo Guerrero, la cinta buscará dar una nueva mirada a este episodio violento que, sin vínculos con el narcotráfico o la política, marcó un antes y un después en la percepción de la violencia urbana en el país.
La trama se centra en León, un joven estudiante de literatura con aspiraciones de convertirse en escritor, cuya amistad con Jeremías —basado en el verdadero autor de la masacre, Campo Elías Delgado— evoluciona desde el intercambio de ideas literarias hasta la complicidad en pensamientos cada vez más oscuros. Lo que empieza como una conexión intelectual termina alimentando fantasías violentas que desembocan en la tragedia.
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El caso real que inspira la película ocurrió en el restaurante italiano Pozetto, ubicado en la calle 57 con carrera 13, cuando Campo Elías Delgado, veterano de la guerra de Vietnam y profesor universitario, llegó al lugar tras asesinar a su madre y atacar a varias personas en su camino. Armado, comenzó a disparar indiscriminadamente contra los comensales, provocando la muerte de 30 personas, incluido él mismo, en un hecho que duró aproximadamente 20 minutos. Aunque el reporte oficial indicó que fue abatido por la policía, algunos testigos sostienen que se suicidó.
La masacre conmocionó a la ciudad y abrió un debate nacional sobre salud mental, soledad y el acceso a armas de fuego. Sin un trasfondo ideológico que justificara la violencia, el caso se convirtió en objeto de análisis psicológico y social, inspirando libros, investigaciones periodísticas y ahora una nueva adaptación cinematográfica.
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En Estado de fuga, Parra estará acompañado por un elenco de primer nivel que incluye a Carolina Gómez, José Restrepo y Camila Jurado. La película promete no solo reconstruir la noche de la masacre, sino también explorar las motivaciones, tensiones y contradicciones que llevaron a uno de los episodios más cruentos de la capital.
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Con esta producción, Netflix no solo revive un capítulo doloroso de la historia reciente de Bogotá, sino que lo enmarca en un contexto más amplio de memoria colectiva, invitando al espectador a reflexionar sobre cómo la violencia puede gestarse en los lugares más insospechados: desde una amistad, un aula universitaria o una conversación sobre literatura.
Esta apuesta confirma que la plataforma continúa interesada en narrar historias colombianas que combinan rigor histórico, intensidad dramática y un acercamiento humano a la violencia, dejando claro que el pasado de los años 80 en Bogotá sigue siendo un terreno fértil para el cine.