Con un guion sencillo pero agudo, Pasante de moda (The Intern, 2015) es esa clase de película que uno agradece encontrar un domingo por la tarde. Escrita y dirigida por Nancy Meyers —la misma mente detrás de El descanso y Alguien tiene que ceder— esta comedia dramática logra una proeza que no debería subestimarse: conectar emocionalmente sin pedirle demasiado al espectador.
La cinta reúne a Anne Hathaway, en uno de sus papeles más carismáticos post-El diablo viste a la moda, y a Robert De Niro, lejos del mafioso de ceño fruncido y más cerca de la ternura contenida que solo alguien con décadas de experiencia puede transmitir. La historia gira en torno a Ben Whittaker (De Niro), un viudo de 70 años que se convierte en pasante senior en una empresa de moda digital comandada por Jules Ostin (Hathaway), una jefa tan brillante como agotada.
Netflix
Pero lo que podría haber sido una comedia de enredos generacionales más, se convierte aquí en un relato sutil sobre la empatía, el trabajo y las nuevas formas de amistad en entornos laborales. Sí, Pasante de moda es predecible y muchas veces formulaica, pero ese es, en parte, su encanto. Porque no todo el cine tiene que romper moldes o desafiar estructuras: hay un mérito enorme en contar una historia con calidez, con ritmo, con humor blanco que no subestima a su audiencia.
Lo que hace que esta cinta funcione es su capacidad de tocar emociones universales sin apelar al drama exagerado ni a la cursilería. La soledad, el cansancio, el valor del oficio y el deseo de ser escuchado atraviesan a los personajes sin convertirse en sermones. Todo esto, además, envuelto en los interiores impecables marca Nancy Meyers —quien convierte cada set en una postal— y una banda sonora que sabe acompañar sin sobresalir.
Netflix
Pasante de moda es, en definitiva, ese tipo de película que se ve con el corazón relajado. No exige, no abruma, no busca reinventar nada. Pero cuando menos lo esperas, te sorprende emocionándote más de lo que imaginabas. Ideal para quienes buscan una historia simple, bonita y genuinamente humana.
¿Lo mejor? Está disponible en plataformas de streaming. Y verla es, casi seguro, una buena decisión.