Hace 35 años, el cine nos regaló una de las escenas más inolvidables de su historia: un torno de cerámica, una melodía que eriza la piel y una conexión entre dos amantes que desafiaba incluso a la muerte. La secuencia protagonizada por Demi Moore y Patrick Swayze al ritmo de “Unchained Melody” en Ghost (Más allá del amor) no solo marcó un antes y un después en el cine romántico, sino que se convirtió en una imagen universal del deseo, la pérdida y la trascendencia del amor.
Netflix
La película, dirigida por Jerry Zucker y estrenada en 1990, parecía destinada a fracasar. Su premisa —un hombre asesinado que regresa como fantasma para proteger a su novia— no prometía demasiado sobre el papel. Incluso Demi Moore reconoció que pensó que el proyecto “iba a ser un desastre”. Pero el resultado fue exactamente lo opuesto: Ghost no solo fue la película más taquillera del año, con más de 500 millones de dólares recaudados, sino que también transformó las carreras de sus protagonistas y se instaló con fuerza en la cultura popular.
El rodaje estuvo lleno de sorpresas. Patrick Swayze fue inicialmente descartado por su imagen de galán rebelde en Dirty Dancing, pero su audición conmovió a todos: “Estábamos llorando, y ya sabíamos cómo terminaba la historia”, confesó Zucker. La química entre él y Moore se volvió magnética, y se consagró en aquella escena con arcilla en la que, más que erotismo, lo que brota es una ternura sobrenatural.
Netflix
Demi Moore conserva aún hoy la vasija que moldeó en pantalla, aunque admite con humor que parece hecha “por un niño de jardín”. Ese detalle, lejos de restar valor, resume la autenticidad que define a Ghost: una historia que abraza lo imperfecto, lo doloroso y lo profundamente humano.
El legado de la película se extiende más allá de la taquilla y los premios. Whoopi Goldberg ganó un Oscar por su interpretación de la médium Oda Mae Brown, un papel que inicialmente le fue negado. Aquel reconocimiento selló su camino hacia el estatus EGOT (ganadora de Emmy, Grammy, Oscar y Tony).
Netflix
Hoy, a 35 años de su estreno, Ghost puede verse en plataformas como Prime Video y Netflix. Y aunque muchas de sus escenas han sido parodiadas o imitadas, ninguna ha logrado replicar la intimidad sutil de ese momento con arcilla. Tal vez porque, como decía Patrick Swayze, la película no se trataba solo del más allá: se trataba de vivir el presente, amar sin reservas y no dejar para mañana lo que debe decirse hoy.
Verla esta noche no es solo revivir un clásico: es recordar que el amor, cuando es verdadero, no necesita cuerpo para seguir tocándonos el alma.