En 2010, Christopher Nolan estrenó una película que no solo redefiniría el cine de ciencia ficción, sino que también se convertiría en un fenómeno cultural con el paso del tiempo. Hoy, quince años después, El Origen (Inception, en su título original) no solo sigue tan vigente como el día de su lanzamiento, sino que se ha ganado un lugar privilegiado entre las obras maestras del cine moderno. Disponible en streaming para Colombia a través de HBO Max, esta cinta es mucho más que un blockbuster: es un rompecabezas cinematográfico que invita a múltiples lecturas y revisitas.
HBO Max
Protagonizada por Leonardo DiCaprio en el papel de Dom Cobb, El Origen se centra en una premisa tan fascinante como arriesgada: la posibilidad de entrar en los sueños de otros para robar secretos o implantar ideas. Lo que en manos de otro director podría haber sido un delirio sin rumbo, en las de Nolan se transforma en una experiencia trepidante, cargada de tensión, emoción y profundidad filosófica. La película combina la adrenalina de un thriller de espionaje con la exploración de la mente humana, los recuerdos y la culpa, todo ello aderezado con una narrativa que se despliega en múltiples capas de realidad.
A nivel técnico, El Origen es un prodigio. Ganadora de cuatro Premios Oscar (fotografía, mezcla de sonido, edición de sonido y efectos visuales), la película ofrece secuencias que ya son historia del cine, como la pelea en gravedad cero o el icónico giro del trompo. El montaje vertiginoso, la partitura inolvidable de Hans Zimmer y el uso equilibrado de efectos prácticos y digitales convierten a esta cinta en una referencia estética y narrativa para toda una generación de cineastas.
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Si bien Nolan ha seguido perfeccionando su estilo con películas como Dunkerque, Tenet y Oppenheimer, El Origen sigue siendo una de sus obras más influyentes. No solo por su audacia formal y conceptual, sino por haber logrado que una historia tan compleja se convirtiera en un éxito global. Su final, abierto y profundamente simbólico, sigue generando debates hasta hoy.
A sus 15 años, El Origen no ha envejecido: ha madurado. Es una de esas películas que no solo vale la pena ver, sino volver a ver. Porque en los sueños, siempre hay algo nuevo por descubrir.