La película más reciente de Yorgos Lanthimos, 'Kinds of Kindness', se ha posicionado como una de las cintas más complejas del director griego hasta la fecha. Con un elenco encabezado por Emma Stone, Jesse Plemons y Willem Dafoe, la película teje tres historias aparentemente independientes, unidas por un hilo conductor enigmático y, en ocasiones, desconcertante. En el tercer acto, titulado "R.M.F. Eats a Sandwich", Lanthimos culmina su relato con una mezcla de ironía y tragedia, dejando al espectador con más preguntas que respuestas.
Aquí la vemos a Emily (interpretada por Emma Stone), quien se encuentra atrapada en una secta que mezcla dogmas religiosos con prácticas de control extremas. Tras ser considerada impura y expulsada del grupo, Emily busca desesperadamente redimirse y recuperar su lugar dentro de la comunidad. Sin embargo, su ansia de aceptación la lleva a cometer un acto final que cuestiona las motivaciones humanas más profundas.
En el desarrollo de esta última parte, Lanthimos hace uso de su característico estilo visual, lleno de planos cuidadosamente compuestos y movimientos de cámara que enfatizan la alienación y el desespero de sus personajes. Emily, en su búsqueda de redención, se enfrenta a un dilema moral que resuena con los temas principales de la película: la sumisión y la pérdida de identidad. Su confrontación final con los líderes de la secta no solo revela las dinámicas de poder en juego, sino que también destaca la influencia perniciosa que estos sistemas de control pueden ejercer sobre los individuos.
Uno de los elementos más desconcertantes del tercer acto es la aparición recurrente del personaje RMF, interpretado por Yorgos Stefanakos. Este personaje, mudo y aparentemente inofensivo, actúa como un hilo conductor que une las tres historias de la película. En el tercer acto, RMF aparece en un estado vegetativo, resucitado accidentalmente por la veterinaria del pueblo, lo que provoca un giro inesperado en la trama. Esta resurrección, aunque presentada de manera casi absurda, subraya la temática de la dominación extrema y la falta de control que los personajes tienen sobre sus propias vidas.
La escena post-créditos de 'Kinds of Kindness', que muchos podrían pasar por alto, añade una capa adicional de significado al final del tercer acto. En esta breve secuencia, vemos a RMF, ahora completamente recuperado, disfrutando tranquilamente de una hamburguesa. Este detalle, aparentemente banal, cierra el círculo de la narrativa de manera irónica y cruel, sugiriendo que, a pesar de los sacrificios y sufrimientos de los personajes, la vida continúa con indiferencia.
En definitiva, Lanthimos ha creado una obra que, aunque no alcanza las alturas de sus mejores películas, sigue siendo una pieza cinematográfica provocadora y desafiante. Con su mezcla de tragedia, ironía y crítica social, 'Kinds of Kindness' se erige como una exploración oscura y perturbadora de las fuerzas que moldean nuestras vidas y nuestra identidad.