
Pocas películas han tenido un impacto tan significativo en la evolución de los efectos digitales como 'Matrix' en 1999. La película sorprendió al mundo con sus efectos visuales. No obstante, y a diferencia de sus secuelas, la primera 'Matrix' utilizó CGI de manera comedida, lo que contribuyó a su encanto duradero.
Entre los muchos fanáticos de este clásico se encuentra Quentin Tarantino, el célebre director conocido por su estilo único y apasionado. En una reciente entrevista, Tarantino recordó su primera experiencia viendo 'Matrix' en el Chinese Theatre de Los Ángeles: "La sala estaba a reventar y había una verdadera electricidad en el aire. Fue una experiencia profunda", comentó emocionado.

Sin embargo, la relación de Tarantino con la saga cambió drásticamente con la llegada de 'Matrix Recargado'. El director no ocultó su desilusión y frustración con la secuela, principalmente debido al aumento excesivo del uso de CGI. "Estoy tan harto de toda esta basura. Si quisiera toda esa porquería de juego de computadora, me habría quedado en casa jugando en mi Nintendo", declaró sin rodeos. Tarantino es un firme defensor del cine tradicional y considera que la dependencia del CGI está dañando el arte cinematográfico.

Además, el director de 'Pulp Fiction' ve en 'Matrix Recargado' el inicio de una tendencia que podría ser fatal para el cine. "Las películas son demasiado caras ahora, y eso arruina la forma de arte. Si sigue así, en diez años estará oficialmente muerta", advirtió.
A pesar de que el cine aún no ha llegado a esa sombría predicción, la preocupación de Tarantino refleja un sentimiento compartido por muchos cinéfilos que anhelan la magia y el asombro de experiencias cinematográficas como la de 1999 con 'Matrix'. En una industria donde los grandes éxitos dependen cada vez más del CGI, las palabras de Tarantino resuenan como un llamado a reconsiderar hacia dónde se dirige el cine.