Para nadie es un secreto que el anime es hoy uno de los productos más exitosos de la cultura pop. Las narrativas orientales, como 'Jujutsu Kaisen', han ganado un seguimiento masivo, pero detrás de la pantalla, los animadores enfrentan una situación crítica.
Terumi Nishii, quien ha contribuido a la creación del anime, ha revelado recientemente que la industria está en "un apuro gordísimo". Problemas como malas prácticas profesionales, salarios bajos y una demanda de trabajo abrumadora han llevado a una situación insostenible para los artistas.
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Lo más inquietante es la ausencia de un relevo generacional dispuesto a unirse a la industria, lo que significa que el anime se enfrenta a la pérdida gradual de animadores y directores. Nishii señala que, tras la jubilación de la generación actual, los nuevos artistas carecerán de la preparación necesaria para asumir producciones masivas.
La falta de interés de los grandes estudios en motivar a los jóvenes agrava la situación. Nishii advierte que, sin un cambio urgente, la industria podría colapsar abruptamente cuando artistas influyentes, como Hisashi Kagawa, se retiren. La ilustradora aboga por la creación de estrategias de entrenamiento para evitar este escenario.
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Las críticas no se limitan a las condiciones laborales generales. El estudio MAPPA, responsable de la adaptación de 'Jujutsu Kaisen', está bajo escrutinio por las condiciones "de fábrica" y calendarios de entrega imposibles, según las quejas de los trabajadores. Se ha conocido que los empleados han sido obligados a firmar acuerdos de confidencialidad para ocultar las condiciones de trabajo de la segunda temporada del anime.
Las redes sociales han sido el escenario de desahogo para los trabajadores de MAPPA, quienes denuncian la situación. A pesar del éxito de producciones como 'Shingeki No Kyojin', 'Vinland Saga' y 'Jujutsu Kaisen', los empleados se cuestionan el costo humano de tales logros y han pedido un cambio en el ambiente laboral.
La crisis también afecta directamente a la calidad de la segunda temporada de 'Jujutsu Kaisen', con episodios completados horas antes de su emisión y animadores sometidos a condiciones inhumanas. La incertidumbre sobre la continuidad y calidad del anime se cierne sobre los fanáticos mientras la industria enfrenta una encrucijada que podría cambiar su futuro.