Modelo, actriz y entusiasta de la lectura, Paulina Diazgranados se ha convertido en una de las revelaciones que dejó Estado de fuga en Netflix. Su participación en la producción despertó curiosidad entre espectadores que descubrieron en su interpretación un registro sobrio, atento al detalle, muy en sintonía con el tono psicológico que propone la serie. Pero su aparición en pantalla es apenas un capítulo visible de una trayectoria que ya venía gestándose.
En su filmografía reciente destacan Ornella (todavía sin estrenarse), dirigida por Ingar Lieber, donde asume uno de sus primeros protagónicos cinematográficos, y Voice Message, un thriller psicológico en inglés dirigido por David Bohórquez, donde interpreta a Naya. Son títulos que hablan de una carrera que no persigue únicamente exposición, sino roles con densidad emocional. Esta búsqueda, más que un giro, parece una hoja de ruta: Paulina ha ido escogiendo proyectos que le permitan trabajar en capas interiores, lejos de la simple presencia en pantalla.
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A esa faceta actoral se suma otra dimensión que la ha acercado a un público distinto: su vínculo con el mundo del libro. Diazgranados es embajadora de marca de la Librería Tornamesa, una de las más queridas en Bogotá. Allí ha participado en campañas, sesiones fotográficas y contenido editorial que conecta su imagen con la divulgación cultural. No es un rol decorativo: en sus redes comparte lecturas de poesía, fragmentos de autoras que la conmueven y momentos cotidianos atravesados por libros, lo que ha consolidado un perfil artístico que no se queda únicamente en el set.
Esa relación con la literatura ha influido en la manera en que se la percibe: como parte de una generación de actrices jóvenes que dialogan con distintas disciplinas creativas y que construyen carrera desde la sensibilidad, no desde el ruido mediático.
El estreno de Estado de fuga la puso en el mapa internacional, pero lo que sostiene su presencia no es una sola serie, sino un conjunto de decisiones: papeles arriesgados, proyectos independientes, trabajo bilingüe, presencia en el ecosistema editorial y una voz propia en redes. Así pues, Paulina Diazgranados se perfila como una actriz en crecimiento sostenido, con un horizonte que claramente mira más lejos que su aparición más reciente en Netflix.