Hay trayectorias que parecen escritas por coincidencias, pero lo de Noah Schnapp y Will Byers tiene más el pulso de un destino compartido. Como si entre Hawkins y la vida real alguien hubiera abierto una compuerta —no al Upside Down, sino a un espacio donde lo íntimo se vuelve revelación. A mediados de 2024, Schnapp confesó que su adolescencia estuvo marcada por la presión de un escrutinio injusto: periodistas que insistían en preguntarle por su sexualidad cuando él apenas tenía 12 o 13 años, una edad en la que el mundo debería ser más juego que interrogatorio. En conversación con Time, recordó ese ruido insistente: “¿Él es gay? ¿Tú eres gay?”. Preguntas que lo perseguían cuando ni siquiera él tenía las respuestas.
En paralelo, y casi sin que el propio Schnapp pudiera anticiparlo, Will Byers —el niño silencioso, sensible, siempre un paso al margen— empezó a tomar una dirección narrativa cada vez más clara en Stranger Things. Para julio de 2022, cuando la cuarta temporada explotaba en popularidad, Schnapp confirmó en Variety lo que muchos intuían: Will era gay. Y lo hizo con una honestidad luminosa, sin la grandilocuencia de los anuncios, sino con la naturalidad que tienen las verdades que se aceptan sin violencia.
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Pero lo verdaderamente poderoso fue lo que ocurrió después. Schnapp descubrió que interpretar a Will no solo le permitió construir un personaje, sino que le ayudó a desmontar sus propios miedos. “Una vez que abracé completamente que Will era gay, fue una carrera exponencial hacia aceptarlo yo mismo. Si no hubiera interpretado a este personaje, probablemente seguiría en el clóset”, confesó. El público —ese mismo que tantas veces puede ser feroz— esta vez actuó como un abrazo colectivo: comentarios de apoyo, miles de reacciones positivas, nada de sombras. “Si él tuvo ese apoyo, ¿por qué iba a preocuparme yo?”, dijo al recordar aquel momento decisivo.
Y entonces llegó el TikTok. Un video de apenas segundos, una frase que se volvería icónica: “Guess I’m more like Will than I thought”. Su salida del clóset coincidió con un torrente de mensajes de cariño que lo abrumaron en el mejor sentido posible. Cuando abrió el teléfono, encontró una cascada de corazones, banderas y felicitaciones. “Lloré. Pensé: ya está, no tengo que preocuparme más”, relató.
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Ahora, a las puertas del estreno de la quinta y última temporada, Schnapp llega a Hawkins siendo otra persona: un joven que ya no teme nombrarse, que habla desde un lugar de paz y que se prepara para interpretar a Will desde una comprensión íntima y profunda. “Creo que la manera en que actúe en la quinta temporada será diferente. Ahora soy plenamente consciente de quién soy”, anticipó.
Quizás por eso la historia de Will —un chico aprendiendo a habitar su identidad en una serie donde todo es caos y monstruos— se siente más urgente y más humana que nunca. Will Byers peleó contra el Upside Down; Noah Schnapp, contra sus propios silencios. Y de alguna forma, ambos parecen haber encontrado la salida.