Lo conocimos en 2016, con el rostro cubierto de polvo y la mirada encendida por el anhelo de una vida sencilla. En una escena ya legendaria de Descendientes del sol, su personaje —un niño de la ficticia y devastada Uruk— le pedía a un soldado coreano que no le regalara zapatos, sino una cabra. “Quiero criarla”, decía con inocencia desgarradora. Nueve años después, Joel Jin Nwamadi ya no interpreta sueños ajenos: los corre, los alcanza, y los convierte en oro.
Este 27 de julio, durante la Universiada de Verano celebrada en Alemania, Nwamadi escribió su nombre en la historia del atletismo surcoreano al obtener junto a su equipo la primera medalla de oro para el país en una prueba global de relevo 4x100 metros. Con un crono de 38.50 segundos, superaron a potencias como Sudáfrica y ratificaron que el futuro del deporte coreano ya está aquí.
Google
Nwamadi, hijo de un exatleta nigeriano especializado en salto largo, comenzó su carrera deportiva desde la primaria. Lo que parecía una pasión heredada se convirtió en una trayectoria meteórica: medallas en torneos juveniles, récords en pruebas nacionales y una explosión en los medios cuando ganó los 100 metros planos en las clasificatorias coreanas rumbo al Campeonato Asiático de Atletismo. Su consagración llegó el 31 de mayo, al formar parte del equipo que rompió el récord nacional (38.49) y conquistó por primera vez el oro asiático en esta prueba.
Lo que impresiona no es solo el desempeño, sino la transformación. El actor infantil que nos enterneció en KBS2 es ahora un atleta cuya zancada representa años de disciplina, visión y entrenamiento internacional. La Asociación Coreana de Atletismo atribuye parte del éxito a su apuesta estratégica por el relevo 4x100: más inversión, más competencia, más exigencia.
Yonhap News
A su regreso a Corea el 29 de julio, Nwamadi confesó en el aeropuerto de Incheon: “Ser el segundo corredor saca lo mejor de mí. Cuando supimos que ganamos, fue increíble. Tenía el corazón desbordado”. Las redes estallaron con mensajes de asombro: “¿De verdad Corea ganó oro en atletismo?”, “Esto parece un sueño”, “Primero el K-pop, ahora esto. ¡Increíble!”
Con solo 20 años, Joel Jin Nwamadi es ya símbolo de una Corea del Sur que no teme reinventarse. Un país que exporta cultura y, ahora, velocidad. Su historia no es solo un giro inesperado de guion: es un nuevo capítulo en la identidad deportiva nacional.